Ni la estrategia de seguridad del Municipio ni la millonaria inversión para el programa Escudo pudieron ahuyentar la delincuencia en León II.

Por semana ocurrían hasta siete robos en la misma calle y con la misma manera de operar: esperar a que los dueños durmieran, entrar y sacar lo que pudieran, cilindros de gas incluidos.

Hasta que los vecinos se unieron.

“Supimos del robo a una de las vecinas y por eso hicimos la junta, porque a mí del segundo piso se llevaron el tanque de gas y no escuchamos nada y luego después regresaron otra vez, entonces ya fue cuando nos dio pánico, dijo Martha Carlín, habitante de la colonia.

Entre vecinos comentaban que había varias víctimas de robo y decidieron reunirse para proponer medidas de seguridad.

“Ya con la junta como que empezamos a ponernos de acuerdo, a alertarnos entre nosotros, ya nada más escuchábamos algo y salíamos todos aunque no nos tocara en nuestra casa pero sabíamos que el vecino estaba mal”, relató.

La organizacion vecinal dio origen a la Red Ciudadana, el primer paso fue conocerse, porque a pesar de tener más de 25 años en la colonia nadie sabía quién vivía a un lado del otro.

“Lo tuyo es mío y te lo cuido y tú vas a cuidar lo mío, como yo lo tuyo”, cuenta uno de los líderes, Miguel Ángel Castro Hernández, en cuya casa está instalada una de las alarmas.

Los habitantes de la calle María Esther Valtierra saben cómo actuar si algo pasa.

“Nos armamos primero con un silbato y con ese silbato salimos y detuvimos a un cuate que se dedica a robar… salimos con silbato, palos y linternas y revisamos las azoteas”.

“Los vecinos corren a donde se escucha, mujeres suben a la azotea, los hombres salimos a calle y ellas revisan lados izquierda derecha y el frente con esto de hacer un eslabón casa con casa y con linternas nos aseguramos de que no estén escondidos”, contó.

Dos sonidos continuos de silbato quieren decir que detectaron a un delincuente, los colonos saben que pueden detenerlo pero de inmediato llamar a la línea de emergencia y no golpearlo.

Con tres sonidos se informa si ocurrió un percance y los vecinos salen a ayudar.

Algunas de las viviendas ya tienen lonas con la leyenda “Vecino vigilante”, y la meta es llegar a tener cámaras para disminuir los robos.

Crean área de esparcimiento

El éxito de esta red ciudadana no solo ha sido en materia de seguridad, ya lograron cambiar la imagen a un baldío en el que murió una anciana al ser asaltada.

Una vez que los vecinos estaban organizados, Prevención del Delito a petición de ellos les dio una serie de recomendaciones y comenzó a gestionar con otras dependencias el apoyo.

Para cambiar el baldío Obra Pública donó material y Gestión Ambiental regaló algunos árboles para plantarlos, pero fueron los vecinos quienes construyeron una capilla. Hoy la zona es un cruce alumbrado, en donde además hay una parada de transporte urbano.

El director de Prevención del Delito, Elías Lira Mares, explicó que para que funcionen las redes ciudadanas los vecinos deben conocerse y participar, para después migrar a las medidas de autoprotección y evitar agresiones, robos y homicidios.

“Partimos de una organización vecinal de involucrar a todos, desde jóvenes que forman parte de las pandillas, vamos, implementamos la red, les damos capacitación en la cual se diseña y se les sugiere la presentación.

“Les recomendamos un grupo de Whatsapp para que se estén cuidando, hacemos una marcha exploratoria en donde se involucra la ciudadanía y ellos en coordinación con nosotros detectan los riesgos de la colonia que viene desde la limpieza de lotes baldíos, la poda de árboles, la instalación de luminarias, eso coordinamos”, explicó.

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