Después de asesinar a su esposa, un padre de familia agredió con un cuchillo a sus tres hijos mientras dormían, esto en el interior de la casa que habitaban y a la cual también le prendió fuego, en la colonia Álamos.

El responsable, reconocido como José Uriel, de 45 años, fue capturado cuando saltó hacía un domicilio ubicado en la parte trasera del suyo, donde se ocasionó algunas fracturas; también presentaba diversas quemaduras en el cuerpo.

La mujer sin vida fue identificada como Jazmín Villavicencio, de 41 años, mientras que sus hijos heridos son Ulises, Gael e Hiram, de 8, 9 y 13 años, los cuales son reportados delicados de salud.

Fue a las 11:40 de la mañana de ayer, cuando se reportó, en un principio, el incendio en una casa ubicada en la calle Garza número 226, a un costado de los Juzgados Federales.

Cuando acudieron elementos de Bomberos, encontraron a algunas personas tratando de sofocar el incendió y ayudando a un adolescente que se encontraba tirado en la banqueta, luego de que se aventó del segundo piso.

“Yo vivo por aquí y pues como vi el fuego me acerque a ayudar, el muchachito tenía varios piquetes en el estómago, dijo que su papá había matado a su mamá y después lo había acuchillado a él y a sus hermanitos”, comentó un habitante de la colonia.

De inmediato, los cuerpos de rescate comenzaron a sofocar el fuego que provenía de la segunda planta, mientras que vecinos de la calle encontraron a dos menores heridos en el interior, a los cuales sacaron cargando.

En la versión que alcanzó a referir uno de los menores, es que a esa hora ellos se encontraban dormidos, cuando de repente escuchó que sus papás comenzaron a discutir en otra de las habitaciones.

De repente, dejó de escuchar la voz de su madre y en ese momento su papá entró a los cuartos y con un cuchillo que traía en sus manos, los agredió cuando aún se encontraban en la cama acostados.

Para ese momento, la madre de familia ya había muerto, mientras que el responsable prendió fuego al interior de domicilio, situación de la cual se dieron cuenta los habitantes de las casas aledañas.

Al ver que los cuartos se quemaban y con las fuerzas que le quedaban, el menor de 13 años saltó de una ventana hacía la calle y cayó en un automóvil marca Volkswagen, tipo Jetta, blanco, que se encontraba estacionado afuera y que era propiedad familiar.

“Nosotros nos dimos cuenta de lo que había pasado por el humo que salía de la casa, por eso le hablamos a los Bomberos, pensamos que sólo era el incendio, pero el hijo mayor contó lo que pasó, la señora fue encontrada tirada en la planta alta”, señaló otro vecino.

Hasta el lugar llegaron paramédicos de Cruz Roja y de S.O.S., quienes les brindaron los primeros auxilios los tres menores, los cuales presentaban ligera intoxicación y heridas por arma blanca en la espalda, estomago y cuello.

Por esa razón fueron trasladados al Hospital General, donde al llegar fueron intervenidos de manera quirúrgica. Uno de ellos presenta cerca de diez lesiones, otro siete y del tercero se desconoce el número.

Al saber lo que había ocurrido, elementos de la Policía Municipal realizaron un operativo para la búsqueda del responsable y fueron informados que en la casa trasera, un hombre semi desnudo había saltado.

Cuando se trasladaron al predio, encontraron José Uriel con fracturas en la cabeza y en el brazo, por lo cual fue trasladado por una ambulancia al hospital, donde permanece detenido y bajo custodia por las agresiones en agravio de su esposa y de sus hijos.

 

‘Era muy reservado’: vecinos

Vecinos de la colonia Álamos, en donde un padre de familia mató a su esposa y agredió con un cuchillo a sus tres menores hijos, señalaron que el hombre era una persona muy reservada y hablaba poco.

Habitantes de la calle Garza señalaron que la familia llegó a vivir desde hace diez o doce años al lugar. En un principio rentaban la casa hasta que decidieron comprarla.

Al parecer José Uriel era originario de la Ciudad de México, mientras que su esposa Jazmín Villavicencio era de Celaya, pues incluso, tenía algunos familiares viviendo en la ciudad.

“Llegaron a vivir hace muchos años aquí, al principio rentaban y después compraron la casa, hace como dos años la empezaron a remodelar y le pusieron el otro piso que se ve, no tiene mucho que la ampliaron”, dijo un hombre, vecino de la familia.

A decir de los vecinos, tenían muy poco contacto con la familia, pues el hombre saludaba poco y en algunas ocasiones no veían a los menores salir de la casa, hasta después de algún tiempo.

“La relación con el señor era de hola y hasta luego, era muy reservado y no tenían mucho contacto con las personas que vivían a su alrededor, a veces yo duraba mucho sin ver a sus hijos, también son muy callados”, comentó otro habitante de la calle.

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