Samsung Galaxy S8 ya está aquí y trae todo lo que se espera de un celular que aspira a liderar el mercado, pero ninguna novedad revolucionaria que pueda hacer peligrar ese liderazgo en caso de fallo. La marca surcoreana quiere pisar terreno seguro tras el fiasco del Note 7 y ha dotado a su nuevo buque insignia de dos características claves para recuperar la confianza del usuario: diseño y fiabilidad.
DJ Koch, presidente de Samsung Mobile, fue muy humilde en el estreno en el Lincoln Center de Nueva York: “Hemos aprendido lecciones importantes. Estamos orgullos de esta nueva era de diseño, una nueva era de móviles”.
Por fuera, el Galaxy S8 ha extendido al límite su pantalla curva, eliminando prácticamente los bordes y los marcos, convirtiendo en virtual el botón de inicio, y dotando al sensor de huellas de nuevas funciones. Por dentro, incorpora por primera vez las baterías a prueba de combustión, capaces de realizar las mismas tareas con menos consumo gracias al procesador más pequeño del mercado y con mayor rendimiento. Y como novedades estrictas: el reconocimiento facial como método de desbloqueo; la conversión del móvil en un PC a través del soporte DeX, y el asistente virtual Bixby.
El nuevo smartphone Samsung Galaxy S8, y su hermano mayor Galaxy S8+, presentados ayer simultáneamente en Nueva York y Londres, no defraudarán a algún usuario exigente, aunque tampoco colmarán las esperanzas de los que buscan novedades más radicales o disruptivas.
Aunque apenas se percibe por la interfaz de Samsung, el móvil funciona con Android, una colaboración que subrayó el directivo: “Hemos sido socios estratégicos de Google durante muchos años. Por sus servicios y soluciones. Google ha estado a nuestro lado todo este tiempo”.
El asistente Bixby
Con todo, la gran apuesta de la marca coreana en su Galaxy S8 es Bixby que, según remarcan sus creadores, no un asistente de voz más como Siri, Cortana, Alexa o Google Assistant, sino una “herramienta de inteligencia artificial” que servirá para gobernar en el futuro el móvil y todo el ecosistema de aparatos que nos rodean. Samsung confía tanto en su nuevo asistente que ha creado un botón físico lateral (debajo de los mandos del volumen) para activarlo.
Por ahora, Bixby sólo funciona con aplicaciones nativas para funciones sencillas como llamadas o activar una alarma, pero, tras esta fase, y gracias a un estándar de desarrollo de software (SDK) para que los creadores las integren en sus apps, “permitirá hacer con la voz todo lo que se puede hacer tocando la pantalla”.