Propietarios, gerentes y socios de distintos bares de la ciudad aseguran que si no se encuentran en regla no es por falta de disposición, sino por la burocracia que no les permite avanzar.
am habló con tres distintos propietarios que tienen clausurados sus bares y que coinciden en las trabas que les ponen y ventilaron la falta de comunicación entre dependencias para sacar los dictámenes.
Para evitar alguna represalia por parte de la Dirección de Desarrollo Urbano, pidieron omitir su nombre y el de sus establecimientos.
Los tres coinciden en que el tiempo entre cada trámite hace que pierdan ventas, que se enreden con los requisitos y que al final la misma tardanza los lleva a que clausuren sus lugares.
“A ver, es que todo desde el principio es tardado, para tener el primer paso, sólo el primer paso para instalarte es más de mes y medio, luego tienes que sacar dictámenes de Protección Civil, Medio Ambiente, Bomberos y ya de ahí tu licencia, un promedio de dos meses y medio, si vas a invertir debes saber que hasta dentro de un año abrirás”, contó uno de los afectados.
Se quejó de los operativos, no de que se realicen sino de cómo los llevan a cabo:
“Salen comitivas de Fiscalización, vienen de Medio Ambiente, policías y hasta perros para el recorrido, eso no es una imagen turística, intimidan a los propietarios, a los asistentes, a los turistas” agregó.
Hasta ahora desconoce si tendrá que pagar una multa, lo que sí es que para que le quiten los sellos de clausura debe terminar uno de sus trámites que le llevará alrededor de 2 meses y por el que pagará arriba de 30 mil pesos.
“Yo no tengo esa lana, entonces hay que ver de dónde para poder reabrir”, lamentó.
Uno de los socios de otro de los establecimientos clausurados cuenta la “incongruencia” de las dependencias.
“Para el uso de suelo se necesita cumplir con las especificaciones del nuevo código urbano, justo en la semana que nos clausuraron se venció nuestro visto bueno de Protección Civil, que sin estar abiertos es imposible completar por qué hay que hacer simulacros , ¿cómo cumplimos entonces?”, señaló.
También coincide en el uso excesivo de personal para los operativos, platica que llegaron a meterse elementos de la Secretaría de Seguridad, lo cual intimida a los asistentes a sus establecimientos.
La firma de Teresita
Otro de los afectados revela que entre las dependencias no se presionan para tener listos los permisos y eso retrasa que Desarrollo Urbano entregue el papel final.
“Nos hicieron una visita desde octubre, se nos invitó a regularizar, ese permiso es casi nuevo, que obviamente los nuevos bares ya los tienen.
“Volvimos a comenzar el proceso, sacar vistos buenos pero nos faltaba el de Protección Civil, pero en cada dictamen se avientan hasta un mes”, cuenta.
Pero además, aunque muetren su carpeta con el avance en los permisos, para abrir necesitan uno con la firma de la directora de Desarrollo Urbano, misma que según el afectado, se negó a hacerlo.
“Nos citaron el viernes pasado desde las ocho, que sólo faltaba la firma de la arquitecta Teresita Gallardo, luego que fuéramos a la una y que no estaba todavía. Y para rematar nos dicen que en Semana Santa no darán nada, que hasta la de Pascua, nos están dando en la madre, vivimos al día, es inicio de mes, dónde pagamos renta, servicios y cómo pagamos si no tenemos abierto”.
En este bar laboran más de 20 personas, que desde hace dos semanas no tienen trabajo debido a la clausura.