Una lluvia de cristales fue lo que Sara Gutiérrez vio caer sobre su cuerpo luego de que tres motocicletas, montadas cada una por dos sujetos, rodearan su coche cuando le tocó el alto en el bulevar Mariano J. García, a la altura de la colonia Ganadera.
Eran cerca de las 2:30 de la tarde cuando las tres motocicletas, que vio por el retrovisor, se acercaron a toda velocidad, rodeándola. De pronto, una barra de metal rompió por completo el cristal de la puerta del copiloto, para dejar entrar medio cuerpo de un hombre.
“Uno de los hombres que venía en la motocicleta, parecía cholo, se bajó con una barra de metal y me reventó el vidrió, se metió al coche, sacó la bolsa de debajo del asiento, yo intenté jalarla, casi por impulso, me tomó del brazo e incluso se rió de mi”, recordó.
El hombre dejó a Sara congelada dentro de su vehículo, subiéndose a la motocicleta, marca Italika, que lo esperaba, arrancando todos los involucrados en diferentes direcciones desde el bulevar.
“La gente pasaba en sus vehículos a un lado de mi, no me decían nada, sólo me miraban, se me apagó el coche y cuando lo pude encender, lo primero que hice fue buscar dónde comprar el vidrio, pero estaba como en shock porque no pensé que no traía dinero, porque se llevaron mi cartera”, confesó.
Vive nerviosa y preocupada
Luego de sufrir este asalto con violencia, Sara aceptó que toma más medidas de autocuidado a la hora no sólo de conducir en su vehículo, como no bajar los vidrios y cargar sus pertenencias en la cajuela, sino a la hora de andar en la calle, sin cargar bolsas ostentosas o que llamen la atención.
“Me siento muy nerviosa, ya no sólo me causa trabajo andar en la calle cuando oscurece, ahora tengo miedo todo el día, en ese momento, luego del robo, me sentí infeliz, me enojé y me deprimí, el monto total del robo fue de 4 mil pesos, pero ahora pienso dos veces para ir a cualquier lugar, eso afecta mi trabajo”, contó.
A las pocas semanas del asalto, Sara vio como dos jóvenes le arrojaron una piedra al vidrio del lado del copiloto a una mujer estacionada delante de ella, rompiendo el cristal y robándole su bolsa, eso le provocó recordar lo que vivió.
“Casi vomito del susto en mi auto, los motociclistas estaban del lado de la banqueta y vi que sacaron una piedra, me asuste mucho, me sentí muy mal, ahora estoy pensando comprar algún aparato para defenderme”, dijo.
Puede causar psicosis colectiva inseguridad
La exposición a hechos de inseguridad, ya sea mediante vivencias personales, de conocidos o incluso, al verlos en medios de comunicación y redes sociales, puede causar cierta psicosis colectiva en la sociedad.
Así lo explicó la psicóloga general, egresada de la Universidad Quetzalcóatl de Irapuato (UQI), Cecilia Aranzazú Martínez, quien agregó que sufrir un asalto o ser víctima de un delito, puede generar inseguridad y miedo en la persona.
“Es una invasión a tu espacio personal, en el que te sientes seguro, hablamos de nuestro coche, de nuestra casa, la persona que comete el delito invade el espacio personal, la primera emoción o afectación es en cuestión de la seguridad”, explicó.
La psicóloga indicó que el impacto emocional no siempre se queda en la afectación psicológica sino que puede llegar a afectar en el aspecto físico, además de afectar la rutina y vida de la víctima.
“Existe el miedo, el no querer salir, el evitar ir a ciertos lugares (…) en el momento en que estás sufriendo este delito entras en shock, el cuerpo tiene una reacción de supervivencia, se genera adrenalina a nivel fisiológico, cuando estás en situaciones de peligro tienes también un resultado fisiológico, mucha gente se queda en shock, como congelados, al recordar la situación también puedes reaccionar, no de la misma manera pero si se presenta alguna reacción”, detalló.
Aranzazú Martínez agregó que la exposición a situaciones de inseguridad, a escuchar anécdotas de víctimas de delitos y la exposición a noticias de este tipo de delitos.
Falta cultura de autocuidado: Proximidad Social
El 80 por ciento de los casos de robos a transeúnte o en el vehículo es por la falta de autocuidado, cuando la ciudadanía ofrece una oportunidad, por descuido o distracción, al delincuente que se encuentra estudiando a su posible víctima.
Así lo explicó el director del área de Proximidad Social de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Julio César González Borja, quien agregó que cada 8 días, el área de Inteligencia que trabaja en el Cecom (Centro de Comunicación), envía mapas criminógenos de a dónde se está moviendo el delito en Irapuato, para desarrollar estrategias de cómo prevenirlo.
“El tema del robo o asalto a transeúnte, se ha venido dando comúnmente, pero también se ha dado porque se generan o se tienen aberturas en el momento de no tener un autocuidado, ejemplo, ir hablando por teléfono en la vía pública te vuelve vulnerable, más en una banqueta, en una avenida, porque hoy el delincuente te estudia”, comentó.
González Borja señaló que estar alerta del entorno es de vital importancia para evitar sufrir algún asalto, ya sea como peatón o como conductor de un vehículo, tomando las precauciones debidas para cada situación.