La empresa Química Central de México (QCM) S.A. de C.V., ubicada sobre el Ecobulevar León-San Francisco del Rincón, está abandonada y con cientos de toneladas de materiales tóxicos dentro de un predio que aún no son retirados para confinarlos en el estado de Nuevo León.
Pareciera que las instalaciones se encuentran detenidas en el tiempo, aunque siguen fluyendo líquidos desde las tuberías que descargan a una presa cercana, en las inmediaciones de la comunidad Puerta de San Germán.
En 2014 autoridades clausuraron la empresa por incumplir con las leyes ambientales luego de operar durante 46 años en los que acumuló más de 300 mil toneladas de desechos que aún permanecen en la parte trasera de la fábrica.
Un año antes am dio a conocer los casos de los menores José Julián Lara Martínez, Yesenia Muñoz Montelongo, Lázaro Hernández Hernández y José Manuel Guerrero Gutiérrez, quienes vivían cerca de la Química Central de México y padecían distintos tipos de cáncer.
Sus familiares responsabilizaron a la empresa de los daños a la salud de los niños, ya que algunos médicos que los atendieron advirtieron del peligro que representaba vivir cerca de la fábrica donde se utilizaban diversos materiales nocivos.
En su mejor época, esta empresa tenía la capacidad de procesar anualmente 30 mil toneladas de sulfato básico de cromo, 32 mil toneladas de solución de bisulfito sódico y seis mil toneladas de aceites sintéticos, que son utilizados para la industria de la curtiduría.
La Química Central ganó un amparo para echar abajo la clausura que le impuso la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en junio de 2014.
Tras lo anterior el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Decimosexto Circuito ordenó a la autoridad federal ambiental levantar la clausura.
Sin embargo, hasta la fecha el fabricante de productos para la industria de la curtiduría sigue sin evidente movimiento laboral.
En enero pasado la Profepa informó que las demandas contra Química Central de México estaban vigentes y tendrían que cumplir con sus obligaciones de retirar todos los pasivos ambientales que acumuló a lo largo de los años de operación.
Actualmente la sociedad continúa teniendo actividad en el Registro Público de Comercio de León, ya que sus dueños han realizado asambleas donde entregaron poderes generales a personas para que sea representada.
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