Para los que preguntan cómo se debe medir y exigirle al León, ahí les va un dato: en los últimos 15 años el León ha vivido de todo, escándalos fuera de la cancha y fracasos en el terreno de juego, pero también se ha convertido en una plaza donde se acostumbraron a disputar finales.
El miércoles, el León disputó su final número 19 como institución del 2002 a la fecha.
Entre Primera A, Ascenso Mx, Liga Mx, Copa Mx, Sub 20, Segunda Nuevos Talentos y ahora, la más reciente, final de la Segunda División Premier Filiales (sin derecho a ascenso), el León ha acostumbrado a sus aficionados a estar siempre peleando por el ser el mejor.
No hablamos de la categorías, hablamos del trabajo que se hace, en cada división donde el club ha militado ha sido más que animador, contendiente.
Tiene mayor valor cuando recordamos que estas finales, títulos y sub títulos, se han logrado con distintas administraciones: desde Carlos Ahumada, pasando por Adolfo Reza, Grupo Pegaso, la etapa de los Hermanos Batarse hasta llegar a la actual, comandados por Grupo Pachuca.
Sin importar quién esté al frente, este equipo ha sido protagonista en cada una de las divisiones donde ha competido.
Bajo esa medida se tiene que medir la organización, bajo esos estándares de calidad se tiene que buscar refuerzos, entrenadores, administradores.