Ante la instalación de un rastro regional en Celaya, los municipios de la región Laja-Bajío contemplan el cierre de rastros locales en cada uno de ellos.

Aunque no reconocieron abiertamente dicha acción, los alcaldes tampoco lo descartaron.

Los municipios ya cuentan con un recurso de 150 millones de pesos para la instalación.

A excepción del Presidente Municipal de Villagrán, quien afirmó que en el municipio que gobierna sí cerrarían los rastros, los demás ediles no ahondaron en el tema.

Por su parte, el alcalde de Cortazar, Hugo Estefanía Monroy, dijo que para llevar adelante dicha decisión, se tendrán que formar mesas de trabajo con los tablajeros.

“Ya tenemos el recurso, lo que tenemos que hacer es ya que esté resuelto, convocar mesas de trabajo porque sus opiniones son muy válidas”, expresó Estefanía Monroy.

El alcalde de Villagrán, por su parte, sostuvo: “En el caso de Villagrán, sí (se cerrarían). Vamos a tener un ahorro, los recursos lo utilizaríamos para otra cosa”.

El presidente municipal de Celaya, Ramón Lemus Muñoz Ledo, no quiso dar detalles sobre esta posibilidad, por lo que dijo que en próximas reuniones se sacará adelante el proyecto.

“Hoy tenemos generalidades, cuando tengamos el proyecto más concreto y los alcances del mismo, cada quien internalizará la información, procesarla, y ver lo que procede en cada municipio”, comentó.

Los alcaldes coincidieron en que con el rastro tipo TIF se cubrirá un tema de salud que va más allá de intereses particulares.

 

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