El querer ahorrar para sólo cubrir un requisito de ley para circular en motocicleta, pone en riesgo la vida de cientos de conductores leoneses que diariamente circulan con cascos sin las especificaciones mínimas de calidad que se venden ante la nula aplicación de la Norma Oficial Mexicana. 
El artículo 9, fracción VII, del Reglamento de Tránsito Municipal de León, Guanajuato, establece la obligación para ciclistas y motociclistas de usar “casco protector especial para motociclista, en el caso del motociclista y su acompañante”. 
El no acatar este requerimiento hace acreedores a los conductores a sanciones que van desde los 377.45 hasta los 528.43 pesos.
El reglamento de la Ley de Movilidad del Estado de Guanajuato, en su artículo 79, fracción V, hace la misma exigencia, pero la sanción va desde los 754.9 hasta los mil 509.8 pesos. 
Entre enero y abril de este 2017, un total de mil 816 conductores de motocicleta de León han sido infraccionados por conducir sin casco protector, detalló la Dirección de Tránsito Municipal. 

Lo barato sale caro 

En el afán de evitar estas sanciones y buscar una seguridad en su manejo sin que ello implique un mayor gasto, centenares de conductores de motocicleta optan por la adquisición de cascos que se ofertan a precios de apenas el 10% de uno que sí cuenta con las características de seguridad mínimas.
Este tipo de casco, generalmente fabricado en China, se oferta en espacios que ni siquiera son especializados en el equipamiento para motociclismo, como tiendas de importaciones o de artículos electrónicos, como se pudo constatar por am en un recorrido por la Zona Centro de la ciudad.
Desde los 91 y hasta los 850 pesos se pueden adquirir estos cascos, en diferentes tallas, colores y modelos. Cartulinas en colores llamativos hacen anuncio de los atractivos precios de estos implementos de seguridad.
“Mucha gente ha optado por usar cualquier casco, hasta los que están hechos para andar en bicicleta, simplemente para evitar una multa. Por comparar, es como si en el auto te sancionan por no traer cinturón de seguridad, te pones uno de papel”, expresó Francisco Medina Caldelas, director de Mercadotecnia y Publicidad del Salón Internacional de la Motocicleta México (SIMM). 
Medina Caldelas recalcó que, “la reglamentación lo que busca es salvaguardar la vida del piloto, no sólo por moda o capricho de las autoridades. Cualquier persona tiene que estar consciente de que el uso del casco es el equipo básico”. 
Pero además especificó que, “lo que se debe de buscar en los cascos es la certificación”, es decir que sean hechos bajo las exigencias de aplicación internacional para garantizar la protección de quienes lo usan.
Las tres certificaciones más comunes en los cascos que actualmente se fabrican son: DOT, Snell y ECE. 
La Organización Mundial de la Salud ha expuesto que usar correctamente un casco de motociclista debidamente certificado, puede reducir el riesgo de muerte casi en un 40%, y el riesgo de un traumatismo grave en más del 70%.
Además de las certificaciones, otro factor que influye en la protección que otorga un casco es la cobertura que tiene en la cabeza del conductor. 
Los tipos de casco son el clásico o quitamultas, jet, abatible o modular e integral. 

Norma mexicana, sólo en el papel 

Desde 2009 existe la “NOM-115-STPS-2009, Seguridad-Equipo de protección personal-Cascos de protección-Clasificación, especificaciones y métodos de prueba”, una Norma Oficial Mexicana donde se establecen la clasificación, especificaciones y métodos de prueba que deberán cumplir los cascos de protección que se fabriquen, comercialicen, distribuyan e importen en el territorio nacional.
Sin embargo, “tiene muchísimo tiempo y no se ha implementado como una regla para la importación, ésa es una de las cuestiones por las que habría que empezar. Cualquier importador o empresa que venda cascos debería por regla cubrir esa norma”, señaló Medina Caldelas.
Mientras tanto, en León, decenas de motociclistas ponen en riesgo su integridad física con el uso de cascos que carecen de la calidad mínima para salvaguardar su bienestar. 

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