El negocio del café internet ya no es rentable para los dueños y encargados de estos establecimientos.
Fue hace diez años cuando este giro vivió su mejor época pero hoy pasan por un declive al tener una baja de clientela de hasta un 60 por ciento.
Antes, un negocio llegaba a ganar hasta mil 200 pesos diarios, instalando diez computadoras con un costo de 10 pesos y trabajando 12 horas al día, pero con la llegada del smartphone que permite el acceso a Internet a través datos y la apertura de wifi en plazas y centros comerciales, su ganancias no superan los mil pesos diarios.
En la ciudad de León, el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicos (Denue), registra que existen mil 220 comercios que ofrecen renta de équipo de computo.
Se van los clientes

Hace ocho años, Patricia López inició su café internet en la calle Madero con 15 computadoras, la mayor parte del día tenía cupo lleno pero desde hace tres años comenzó a notar que los clientes ya no llegaban con la misma frecuencia.
“Tuve que meter otras cosas para mantener el negocio, como venta de dulces, refrescos, cosméticos, engargolar y sacar copias, incluso ofrezco hacer algunos trabajos como presentaciones en Power Point, sólo así”, comenta.
Sólo para sacar copias

Los café internet pasaron de ser un espacio de entretenimiento a un lugar para imprimir, sacar copias o hacer consultas rápidas.
El encargado de Cyber Gamer, estimó que el 60 por ciento de las personas que llegan a entrar al establecimiento lo hacen para imprimir, sacar copias o para realizar un trámite que les lleva menos de 5 minutos.
“Los cibers ya no son usados para pasar horas descargando música, películas o en el chat, ahora tienes acceso a eso desde un celular o tablet, de hecho creo que próximamente con la llegada de las impresoras portátiles dejaremos de servir como centro de impresión”.
Teresa Sánchez, del ‘Centro alto de copiado’, platicó que estos establecimientos también fueron afectados por el alza a las tarifas de electricidad, el papel para impresiones y el costo de la maquinaria.
“Tengo 16 años en el negocio, y a pesar de esos aumentos debo mantener los precios de los servicios para mantener a los clientes que aún tengo”.

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