Cuando Tigres vivía un panorama oscuro para la vuelta en la final del Clausura 2017, apareció Gignac para darle vida, para rescatar parte de la copa que ya casi estaba en manos de las Chivas del Guadalajara.
El partido de ida concluyó con un empate a dos goles en un juego deslucido donde Chivas sólo aprovechó los errores de Nahuel Guzmán para marcar con tantos de Pulido y Pizarro… y no hubo más, sólo esos chispazos tapatíos que jugaron a encerrarse y taparle todos los espacios a Tigres.
El local, por el contrario “domino” el encuentro porque así lo quiso el rival, pero lo hizo sin idea, sin fuerza y sin esa garra que lo había caracterizado en los últimos cuatro partidos.
Al final, en sólo cinco minutos André-Pierre Gignac rescata a Tigres con dos soberbios goles y deja todo para la vuelta el próximo domingo.

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