Citando reportes de inteligencia, el diario The Washington Post indicó que Jared Kushner, yerno y asesor del Presidente de EU, Donald Trump, discutió con el Embajador de Rusia la posibilidad de crear una línea secreta de comunicación entre el equipo de transición del Mandatario y el Kremlin.
Kushner habría sugerido a Kislyak el uso de instalaciones diplomáticas rusas en los Estados Unidos para estas comunicaciones.
A la reunión también habría asistido Michael Flynn, como primer asesor de Seguridad Nacional de Trump.
La Casa Blanca reveló la reunión en marzo, minimizando su importancia, aunque personas familiarizadas con el caso aseguran que el FBI considera este encuentro, así como otro entre Kushner y un banquero ruso, de interés para la investigación.
De acuerdo con los informes, el Embajador se sorprendió por la sugerencia de permitir a un estadounidense utilizar equipo de comunicaciones ruso en su embajada, propuesta que habría tenido riesgos de seguridad para Moscú, así como para el equipo de Trump.
Actuales y antiguos funcionarios de inteligencia estadounidense indicaron que aunque los diplomáticos rusos tienen medios seguros de comunicación con Moscú la supuesta solicitud de Kushner fue extraordinaria.
La discusión sobre un canal secreto de comunicaciones se suma a un patrón de esfuerzos por parte de los asesores de Trump para ocultar sus contactos con homólogos rusos.
Michael Flynn se vio obligado a dimitir después de una serie de declaraciones falsas sobre sus conversaciones con Kislyak. El Fiscal General de EU, Jeff Sessions, fue ventilado luego que se revelara que no había hecho públicas sus reuniones con el Embajador cuando se le preguntó durante su testimonio ante el Congreso por cualquier contacto con los rusos.
El medio destaca que la Casa Blanca y la Embajada de Rusia se negaron a comentar al respecto, así como Robert Kelner, el abogado de Michael Flynn.