Cuatro esculturas del Centro Histórico de Celaya fueron restauradas, debido al deterioro ocasionado por malas intervenciones en años pasados, así lo detalló el restaurador Juan Montoya Polín.

En una ponencia realizada en el Foro Puerta de Oro del Bajío, de la Casa de la Cultura, Montoya Polín explicó el minucioso proceso de restauración que tuvieron las esculturas Ninfa de Tetis, el Monumento de Ignacio Allende, la Diosa Ceres y el Dios Mercurio. 

En 2011, estas esculturas fueron restauradas, sin embargo, el restaurador explicó los errores que se cometieron en aquella ocasión, situación que provocó que un ciudadano lo denunciara ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

“Como antecedente se hizo una intervención de al menos siete esculturas, y lo que sucedió es que los tratamientos no fueron los adecuados, hicieron unos lavados con un producto de ácido muriático, según el informe, pero el problema fue que no era lo más adecuado y después no se hicieron los lavados pertinentes y se pusieron las capas de barniz y dio como resultado que se encapsuló el producto químico”, puntualizó Montoya Polín. 

Desde análisis con radiografías de rayos X, hasta un meticuloso registro gráfico y fotográfico de cada una de las esculturas fue parte del proceso para sabr el daño que tenían y se decidió trasladarlas a un taller para evitar actos vandálicos y una restauración más completa de las cuatro. 

Una de las esculturas más representativas de la Alameda es la Ninfa de Tetis, ubicada en la fuente donde se unen las calles de Guillermo Prieto y Agustín Arroyo Ch. que según estimaciones tiene un peso de 700 kilogramos y que, debido a los escurrimientos de barniz, aplicado en su primera intervención, se llegaba a perder detalles de la pieza. 

Respecto al producto utilizado y que provocó que las esculturas quedaran con un tono oscuro, Montoya Polín explicó que fue decisión en conjunto, tanto del INAH, el municipio y el equipo de restauración, con el fin de brindarle una restauración de mejor calidad a las esculturas de la Plaza San Agustín y la Alameda Hidalgo. 

 

“Solo puedo decirles que el color no fue por gusto de mi ni de nadie, se hace un conceso con los restauradores del INAH, nosotros, obras públicas y la supervisión externa (…), en algunas de las esculturas hubiera elegido otro color pero se hicieron pruebas computarizadas”, detalló. 

Durante el año pasado, el gobierno municipal de Celaya informó que el recurso invertido fue de 612 mil 999 pesos, y fue proveniente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conacultua).

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