La solitaria anotación de Pedrag Mijatovic se encargó de ponerle fin a todas las ilusiones de la Juventus y su tercera Liga de Campeones; casi 20 años después, el futbol le dará una nueva oportunidad y de nuevo contra el Real Madrid.
Esta tarde e igual que en aquel 1998, españoles e italianos serán otra vez los protagonistas en una final de Champions League; partido que albergará por primera vez en su historia, el Millenial Stadium de la ciudad de Cardiff, en Gales.
Un marco relativamente nuevo, a diferencia de los conjuntos que acapararán las miradas en el terreno de juego, ambos con una extensa historia en este tipo de partidos, pero pocas veces como dos de los mejores equipos de Europa.
En una cardiaca última jornada, merengues e italianos consiguieron su título 33 en sus respectivas ligas; el sexto consecutivo para los de Massimiliano Allegri (un hito en el “calcio” italiano), mientras que los blancos se coronaron nuevamente luego de cinco años.
Este poderío mostrado por ambas escuadras, sin embargo, no se quedó solo en Madrid o Turín, pues en la Champions también han lucido intratables tanto en fase de grupos como en la eliminatoria directa.
Aunque los dirigidos por Zinedine Zidane parten como favoritos gracias al equipo de nombres y hombres con los que cuenta, la Vecchia Signora no deja de inspirar dificultad, ya que llegarán a este enfrentamiento como una de las mejores defensas de la campaña al haber recibido tres anotaciones solamente.
Los blanquinegros tienen otra motivación, pues de vencer, conseguirían el primer triplete de su historia, ya que hace unos días, ganaron también la Copa Italia.
El Madrid, por su parte, aspira también a cosas importantes, pues si se coronan esta tarde se convertirían en el segundo equipo europeo en ser campeón de este torneo en temporadas consecutivas. El primero fue el Milan (1989-1990).
Aunque estos dos equipos se reencontarán apenas por segunda ocasión en una final, éste será el partido 19 entre ambos, la sexta final para los dos en esta competencia pero sólo un trofeo en disputa, igual que siempre, uno que los madrileños sin duda querrán retener.