Años en espera para tener seguridad de un patrimonio que dejar sus hijos, sin poder recibir servicios básicos han sido soportados por miles de leoneses que habitan en asentamientos irregulares que viven día a día las complicaciones de vivir en estas circunstancias al no encontrar opciones mas baratas para un hogar.

Son más de dos centenares de asentamientos irregulares en la ciudad, de los cuales un 69 por ciento no tienen ocupados siquiera una cuarta parte de los lotes que ofrecen.

El panorama en estas colonias es similar, calles sin pavimentar, algunas medianamente emparejadas, otras imposibles de circular, en ellas se encuentran lo mismo viviendas de concreto con puertas y rejas de protección que sencillas viviendas hechas con palos y laminas.

También es común ver los anuncios de ofertas para adquirir los terrenos en estos predios. “Facilidades”, “baratos”, o simplemente las medidas de los lotes son los ganchos que acompañan a números telefónicos para contactar a los ofertantes.

Las carencias son el común, la mayoría de estas colonias no cuentan con suministro de energía eléctrica, agua potable o drenaje.

Oscar Gonzales compró veinte años atrás un terreno de seis metros por quince en Real 2000, ubicada al suroeste de la ciudad, en ese entonces se decidió a pagar ocho mil pesos a cinco años. “Gracias a dios yo ya acabé. Pero tu sabes que no te puedes atrasar nada porque con poquito que sea te cobran con intereses. Y luego se hace un relajo porque hay mucha gente que no puede pagar y se los quitan, los vuelven a vender y se hace un despapaye”.

“Ya que se hizo la carretera esa de aquel lado, y se entra fácil aquí los terrenos que le quedan en ese lado ya no te los da en pagos, solo de contado, y ya los da en 60 o 61, y esos, los de el otro lado los da a 97 o hasta 100 mil pesos”, relató el vecino.

Pero a dos décadas de haber adquirido su propiedad, “ni agua, ni drenaje, ni nada, de aquel lado en el río ahí está tirándose toda el agua con suciedad de als casas que están ahí cerca. Los de la basura pasan por allá arriba, pero cuando llueve a veces se pone bien feo y ya no pueden pasar y hay que llevarla a la colonia de acá arriba”.

Claudia Fonseca ha vivido por 13 años en Lomas del Sol, también en el suroeste de la ciudad, y desde entonces está a la espera de regularizar su propiedad, “nos dicen que aquí no pueden meter los servicios porque no es una colonia regular”. A su llegada un terreno se vendía en 34 mil pesos ahora superan los 50 mil pese a que continúan en irregularidad.

El método para tener agua en casa es, “acarreando o poniendo una manguera, que por lo regular no nos dejan y tenemos que acarrearla o de repente que pasan los de las pipas”.

Pero también hay gente que pese a no ser propietaria llega a estas colonias al ser la uncia opción de una renta a bajo costo, pues no superan los mil pesos. Es el caso de Francisca, que desde hace casi un año habita en Real 2000.

“Mi esposo trabajo en esta misma casa para construirla y pues el dueño le renta. Más arriba las rentas están mas caras. Somos pocos los que rentamos, casi todos son propietarios”, relató la vecina, quien aunque con su familia ha pensado en la posibilidad de adquirir un terreno propio, es una opción poco viable pues los ingresos de su marido trabajando en la construcción no son constantes.

“Es mejor a veces su propia casa, porque lo que renta uno mejor lo da uno en una propia y al rato uno se muere y deja rodando ahí sin casa” reflexionó Francisca.

La situación es similar para Leticia Aguilera, que también ha rentado por tres años una casa en Real 200, donde paga 400 pesos al mes. “Casi siempre he vivido por la zona. Para allá arriba las rentas están arriba de mil pesos”.

“La luz pues como quiera la jala uno, pero el agua es por lo que batalla uno aquí mucho. Para el drenaje con fosas, la mayoría así le hace”, relató la vecina.

La carencia es el común en esta zonas, donde además la inseguridad es también parte de la cotidianidad, sin embargo las limitaciones económicas y la esperanza de una mejora mantiene a más de 100 mil leoneses en la incertidumbre.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *