El número de personas que viven en situación de calle ha disminuido, así lo menciona el DIF Municipal en palabras de su presidenta, Dolores Ramírez, además que ellos son quienes apoyan, sin tener un programa específico para estos casos con los tratamientos, cuidados, medicamentos, estadías y más.
“Hemos trabajado mucho en el aspecto de la ayuda social, y algo que es importantísimo y que cabe la pena resaltar son los trabajos que se han hecho con las personas en situación de calle que llegan a nosotros y que hacemos todo lo posible, cuando iniciamos teníamos nueve personas resguardadas en el DIF, ahora se atiende a 31, en su mayoría adultos mayores”, así lo mencionó la Presidenta.
Ellos son personas que vivían en la calle, iglesias o el jardín, algunos con problemas mentales o no aptas, ahora están en albergues de León, San Charbel, algunos en celaya con el padre Pablo, que da un precio muy bajo y ofrece sus instalaciones en caso de emergencia.
“Es importante porque hay menos personas que están en peligro como atropellados, desnutridos, deshidratados, y allá (los albergues) están recibiendo ayuda profesional”, recalcó.
El DIF se hace cargo de todos los gastos.
“Y es un gasto muy importante que es de lo que más nos cuesta, aproximadamente son 2 millones de pesos para pagar por todos los albergados al año, pero lo hacemos de corazón y compromiso, ya que estas personas sólo nos tienen a nosotros, ya que buscamos primero la red familiar y en casi todos los casos no hay nadie que responda por ellos, estas personas que hemos detectado por su condición no nos dan referencias de familia o bien cuando nosotros hemos buscado al familiar, no acuden o no mencionan ser sus conocidos debido a que no tienen las condiciones para atender los ni los recursos económicos y sólo tienen el apoyo del Gobierno municipal”.
Sobre si sería factible que en Celaya hubiera un albergue, Ramírez mencionó que sería bueno pero es costoso, sólo por mencionar un ejemplo, el único albergue que hay en Guanajuato está en León y es de carácter privado.
“Nosotros damos una mensualidad y luego nos hacemos cargo de sus tratamientos, medicamentos; que todos los del sistema central son muy caros, de toda su alimentación, vestido, pañales, intentando devolverles la esperanza y que vean de mejor manera la vida”, dijo.