Ayer, a mediodía, la historia del estadio La Martinica comenzó a ser borrada.
Con pesados golpes, un pesado trascabo con “mano de chango” fue derrumbando poco a poco la gradería de la cabecera poniente, que da al Malecón del Río; mientras tanto, obreros terminaban de desmantelar la tribuna norte, que asoma a la Calzada de los Hérores.
Ahí, bajo las tribunas, alguna vez colmadas de aficionados del Club León y del Curtidores, sólo se amontonaban ya los escombros, y los túneles de acceso.
Entre tanto, una fuerte lluvia regaba la gramilla del estadio donde ahora sólo se acumulan toneladas de chatarra, sobras de los techos de la tribuna sur, que era la que tenía sombra, por el lado de la calle Olimpo.
La historia hecha polvo en pocas horas por las máquinas demoledoras.
En la segunda etapa
Uno de los encargados de la demolición explicó que ésta es la segunda etapa del proyecto, la de la demolición de las tribunas.
Por su parte, los propietarios del terreno han señalado que este fin de semana se podría dar a conocer el proyecto que se realizará en lo que alguna vez fuera un estadio de primera división. Hoy ya sólo es un sitio de recuerdos.
“Se sigue manteniendo el proyecto de que sea mixto, es decir, construir un área comercial, un edificio con departamentos, así como un área de oficinas. Esto tendrá que ser aprobado por todos los socios”, señaló uno de ellos.
El estadio comenzó a demolerse el 27 de marzo, en trabajos que tuvieron que suspenderse por un amparo que presentó un socio, pero se reanudaron hace dos semanas.