Óscar Yasser Noriega (Guadalajara, 1979) decidió que iba a contar una historia sobre su fracaso. Eligió aquella en la que perdió 1,5 millones de dólares al desarrollar VideoSelfie, una aplicación de vídeos instantáneos con animación en los años anteriores a Snapchat. Ante varios centenares de jóvenes emprendedores del Campus Party México, el informático contó cómo unas orejas de gato dentro de su aplicación fueron la clave de su breve éxito y la falta de financiamiento, la sentencia de muerte de su primer proyecto como emprendedor digital.
Era 2013 y Yasser decidió dejarlo todo en México para despegar su carrera como desarrollador de software en Silicon Valley. Con su aplicación bajo el brazo comenzó a merodear entre los fondos de inversión tecnológicos estadounidenses sin mucho éxito. Su clave, explica, fue marcharse a Japón donde obtuvo suficientes recursos para una idea incipiente: una aplicación que editase vídeo y añadiera elementos gráficos divertidos. Uno de ellos eran unas orejas de gato. El entonces director ejecutivo de Line, Akira Morikawa, echó un vistazo a su proyecto y vaticinó que la clave del plan estaría en las adolescentes japonesas. “Cuando las niñas en Japón empezaron a usar las orejas, la aplicación finalmente triunfó”, cuenta Yasser.
La aplicación VideoSelfie era más conocida por sus orejas de gato que por otras de sus virtudes como editor de vídeo. Y tras conseguir más de dos millones de usuarios se derrumbó súbitamente. Yasser y sus socios se enfrentaron al impredecible éxito de Snapchat y echaron el cierre. “Si no hay dinero, no hay compañía. Pero aquí hay un problema porque el usuario ya no está acostumbrado a pagar por nada”, apunta. Entre risas reconoce que la experiencia más allá de desanimarlo le ayudó a plantear una mejor estrategia en sus siguientes proyectos, como el diseño de su siguiente aplicación: Pocket Video. “Muchos inversionistas prefieren invertir en gente que ya fracasó antes, que en la que todo lo ha hecho bien. Tienes un emprendedor dispuesto a más cuando ya pasó por algunos fracasos”, explica en entrevista con EL PAÍS.
La historia de Yasser puede ser igual a la del 75% de los emprendedores que fracasan en México, según datos del Instituto del Fracaso en un estudio avalado por el Tecnológico de Monterrey. En el 40% de los casos, quienes comienzan un negocio digital lo dejan porque no encuentran una forma de financiarlo. El reporte señala entre las causas a la falta de preparación al momento de plantear el proyecto y la falta de habilidades de venta para conseguir atraer tanto a inversionistas como a usuarios dispuestos a pagar por su producto. La mayoría sin embargo –un 45%– vuelve a intentarlo, como Yasser.
“Nunca hay suficientes emprendedores. Mientras no deje de haber problemas, no vamos a dejar de necesitar emprendedores que vengan y lo resuelvan”, apunta. Para él, el mayor aprendizaje y, paradójicamente, la clave de su éxito fue consultar permanentemente a su principal mercado: los adolescentes. Ahora, desde Japón, continúa en el diseño de nuevo proyecto y no pierde atención en los métodos de financiamiento. Yasser es influencer –conocido como Akira en las redes– y atrajo la atención de los jóvenes que desarrollan proyectos digitales en el Campus Party de México. Ve su reflejo en ellos y los anima a hacer más.