Hasta un 95% del cromo que contaminaba el agua, resultado de procesos como la que genera la actividad curtidora de pieles, fue retirado con perlas de quitosano, técnica que generaron investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Irapuato (Itesi).

Felipe Guadalupe Carrillo Landell, profesor investigador del departamento de Ingeniería Bioquímica, explicó que estos resultados se lograron extrayendo la quitina, una sustancia que se encuentra en el exoesqueleto o cáscara de animales como el camarón, el cangrejo, la langosta, e incluso, algunos insectos y hongos.

Desde 2009 los investigadores se propusieron como meta el poder atender la contaminación del cromo en el agua, en toda la región del Bajío, especialmente en León, siendo este material un fuerte contaminante del líquido vital.

“Para tratar de bioremediar el problema o atenderlo parcialmente, optamos por una estrategia utilizando un bio polímero derivado del quitosano, el cual se deriva de la quitina (…) y esto lo hicimos en aguas reales contaminadas de una curtidora con la que trabajamos en colaboración con el 2013”, indicó.

Carrillo Nanderi destacó que el impacto a nivel social es grande, pues es agua de consumo humano la que se está contaminando, considerándola agua potable que se puede garantizar que es libre de microorganismos pero no de metales pesados.

“Podríamos estar tomando agua que puede tener cierta cantidad de metales pesados, los cuales pueden ser removidos por esta tecnología”, dijo

Carrillo Landell señaló que esta es una técnica amigable con el ambiente, en el sentido de que remueve el metal pesado, además de que se pueden retirar de las perlas de quitosano el cromo que se absorbe, con la posibilidad de reutilizarlo.

“Estamos trabajando en la elaboración del diseño de una planta piloto para implementarlo en el Itesi, produciendo quitosano a pequeña escala para dar oportunidad a los estudiantes y residentes, para que aprendan a manejar el equipo, extraer el polímero a partir de la fuentes biológicas y que sea para su crecimiento académico y profesional”, explicó.

El investigador señaló que el proyecto está evolucionando, teniendo contacto con empresarios e investigadores, que se han interesado en el proyecto, incluso con la planta piloto.

 “Acabo de recibir la llamada con la empresa PoliBión, que está interesada en que trabajemos la cuestión del quitosano en cuanto a la planta piloto, ofrecen adaptar un equipo que tienen para la producción de quitosano, veremos qué resulta”, finalizó.

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