Seis hombres armados llegaron a una residencia; cuatro de ellos ingresaron y ataron a una familia junto a los empleados de servicio, a fin de robar la caja fuerte en donde había dinero y joyas valuadas en miles de pesos.
El robo violento ocurrió a una cuadra de donde el pasado jueves intentaron también “levantar” a un empresario comerciante, quien escapó de sus plagiarios luego de que fue golpeado y herido de bala.
Ayer, minutos antes de las 11:00 de la mañana, el operador del 911 recibió el reporte de un asalto en proceso en una residencia sobre calle Estocolmo, dentro de la zona del Residencial Campestre.
“Justo cuando iba pasando, mientras hacía mis rondines de vigilancia, sale gritando la empleada doméstica y me pide ayuda; estaba muy alterada”, relató el policía auxiliar de la zona.
“Yo trató de pedir ayuda con el radio pero nadie me contesta. Decido llamar al 911 y es cuando me toman el reporte y se acercan elementos”, agregó.
Según mandos de Seguridad Pública, seis hombres ingresaron a la calle Estocolmo en una camioneta blanca y en un automóvil Toyota.
Se detuvieron frente a una residencia. Dos de ellos se quedaron arriba y cuatro descendieron de los vehículos. 
Tocaron y les abrió una de las empleadas domésticas, la amagaron con un arma de fuego y lograron ingresar a la casa.
Una vez dentro, encañonaron a un matrimonio adulto y a un niño de aproximadamente 3 años.
Junto con la empleada doméstica y el resto del personal de servicio, la familia fue atada, mientras obligaban al dueño de la casa a llevarlos hasta la caja fuerte.
“Dicen que duró el asalto al interior un buen tiempo, alrededor de 30 minutos; la verdad no sé decirte más, pero no hay tranquilidad, todo es un descontrol en esta ciudad, estamos desprotegidos”, relató molesta una vecina.
Tras el asalto, llegaron policías municipales a fin de iniciar con el interrogatorio de los afectados, para obtener información de vestimentas, rasgos físicos de los maleantes; así como datos del asalto, para dar inicio a una búsqueda y detención, que al final nunca se logró.
Al domicilio llegaron amigos empresarios y familiares de las víctimas, entre ellos, el empresario hotelero Manuel Reyes Alegría, quienes mostraban un rostro de enojo y consternación tras el hecho.

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