En León hay tanta afición del Cruz Azul que al duelo de ayer en el Nou Camp, por cada dos aficionados esmeraldas, se veía un fanático de la Máquina.
Desde la Ciudad de México hasta de los barrios de León y de municipios aledaños, los fanáticos celestes llegaron al duelo de la Jornada 3.
En los puestos de playeras y recuerdos, la venta aumentó por la visita del equipo capitalino. “Pasa que lo de León ahorita no pega para la venta (sic)”, dijo uno de los vendedores que tenía mayor número de artículos del equipo visitante.
La afición de León estuvo presionada por los hinchas del Azul, quienes llegaron desde mucho antes de que se abrieran las puertas del estadio.
“Si estamos cerca o no, no importa, ya estamos aquí”, explicó Gabriel Rentería, aficionado azul que llegó a la ciudad con toda su familia en una camioneta. Todos vestían la playera oficial y abucheaban en “buen rollo” a los esmeraldas.
También se presentaron los amores prohibidos, parejas separadas por el color de la camiseta que a la hora de los goles se debatían entre festejarle en la cara a su amor o aguantarse para llevársela en calma.
“Si no gano me voy a enojar con él; si gano. pues hasta le voy a invitar la cena para que vea que sí soy buena persona”, explicó Alejandra. aficionada esmeralda, mientras su novio sonreía.
Quienes no fallaron fueron los hinchas esmeraldas que llegaron en caravana para inmediatamente instalarse en la tribuna de puerta cinco, donde se reunió toda la hinchada verdiblanca.
En tanto la porra visitante hizo su entrada triunfal por la puerta 10, donde fueron protegidos por la Policía.