Después de tres fechas de la Liga Mx, el León debería estar como líder general, ser el equipo más goleador y la mejor defensa. Claro, todo esto en el fantástico mundo de Javier Luis Torrente.
La igualada lograda frente al Cruz Azul fue aceptada en su mayoría por varios motivos, entre los cuales a que La Fiera mostró mejor actitud, hubo jugadores que se la partieron en la cancha, el juego resultó emotivo y a que los Verdes no bajaron los brazos en los últimos minutos teniendo a cuestas un marcador adverso.
Todo estaba bien hasta escuchar las declaraciones de Torrente tras el empate.
Para el aún domador, su equipo merece más de lo que tiene en el torneo pues a su ver el León jugó mejor que Atlas, Toluca y Cruz Azul, pero solamente tiene un punto, tres goles anotados y ocho recibidos.
Ignoro a quién pretende convencer Torrente cuando en la cancha es más que evidente que su dirección técnica es superada por el trabajo de sus colegas.
Tan solo contra La Máquina pudimos percatarnos desde las alturas de El Glorioso cómo el León juega partido con lagunas extensas entre medios y delanteros, sin una idea clara en cuanto a la ofensiva que pretende aplicar y el aparato defensivo que debe imponer.
La visita dio muestras de que entrena, ensaya y que su técnico se da a entender con los jugadores.
Los Celestes sabían el momento en el que todos debían achicar la cancha, tenían una jugada especial para cada tiro de esquina y defendían los córners en contra con dos líneas ordenadas dentro del área.
La Fiera defendió en ocasiones como pudo o como se le ocurrió, con un gigante Novaretti marcando al chaparrito Mena mientras que Roco superaba a Nacho y anotaba, por decir algo.
En el futbol se necesitan las ganas de ganar combinadas con una táctica y una estrategia bien cimentadas. Cruz Azul tuvo esa dirección técnica que al León le hizo falta y el León tuvo los deseos de los que careció Cruz Azul.
En ocasiones, los técnicos deberían sólo apegarse a elogiar el esfuerzo de sus jugadores y agradecerles que por ello y por ellos siguen en el puesto.
Una derrota sentenciaba la salida del argentino y si le han dado una semana más de respiro fue gracias a los metros que corrió Pereyra, a la viveza de Burbano, a la fiereza de Osvaldo al defender y a la cruzazuleada de Faurlín.
A Torrente le es gracioso que no se le soporte igual que a otros técnicos que también penaron en este equipo y que se le critique cuando hay otros clubes peores que el León.
Matosas logró tres títulos con La Fiera e igual se le criticó en los momentos malos, mientras que a Pizzi y a Tena se les exigió lo mismo: tener un equipo con una fisonomía ganadora. Además, el aún domador debería tomar en cuenta que para la estirpe leonesa es un pecado consolarse con ser mejor que los últimos lugares de la tabla.
Torrente afirma que no se fija en lo que dicen los medios. Si por ahí le comentan lo que aquí escribo, gracias.
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