Carajo, qué buen gol tempranero hizo Cruz Azul en el tiro de esquina que abrió el marcador en el partido pasado de León.
Me pregunto, ¿tiene la culpa el técnico de que los defensas en esta jugada no marquen como es su obligación?
Pues es más fácil romper que anotar, insisto. Tal parece que la presión que ejerce Torrente sobre los jugadores está dando problemas, sin embargo los jugadores están entregándose como debe ser.
En el partido, Cruz Azul fue a lo suyo; estuvo arriba en el marcador y estuvo esperando los contragolpes para seguir anotando.
Hubo una buena parada del arquero leonés al minuto 33 y Nacho González, excelente jugador, se barrió para detener una oportunidad clara de gol.
Cruz Azul trabajó muy bien al jugar en la ofensiva, donde el buen jugador Boselli cayó en la trampa por buscar anotaciones. Y si bien merecía algo más, el futbol no es de merecer, sino de anotar y a León le faltó.
El arbitraje de nuevo fue bueno; ahora Torrente no se escudó en los silbantes pero sí en lo de merecer, ya lo dije, el futbol es de anotar.
Al inicio del segundo tiempo Corona se equivocó, pero afortunadamente para él, la llegada quedó sólo en un susto. Luego, León logró el dominio del balón, pero sin concretar.
El debut del recién llegado Mosquera al León dio de qué hablar. Hace falta más desarrollo de su juego y habrá que ver cómo embona en la escuadra de Torrente, si es que el técnico dura en el cargo.
León, en su desesperación por empatar luego de ir 2-1, deja espacios para el rival, pero consigue el empate en el último minuto . Un golpe de suerte que da a Torrente una oportunidad más de mostrarse como un técnico capaz de sacar al León de la crisis. Veremos si puede.
Reconozco que León rema contracorriente y mereció el empate. El último gol de León cayó al minuto 93, para mí, una muestra de que siempre luchó y de que dio signos de ligera mejoría.
Una Copa del Mundo, no.
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