En varios domicilios del fraccionamiento Industriales de la ciudad de Celaya, fueron liberados 13 personas de nacionalidad hondureña, quienes eran mantenidos en cautiverio con la intención de pedir rescate a sus familiares.

En el despliegue operativo llevado a cabo la tarde del lunes por parte de los grupos tácticos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y el Grupo Especial de Reacción e Intervención (GERI) de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), también fueron detenidos tres inculpados.

Se trató de un hombre de 27 años, quien dijo ser originario del estado de Coahuila, a quien además se le aseguró un arma de fuego con cargador y un celular; una mujer de 29 años, con domicilio en Piedras Negras, Coahuila.

Y una mujer de 39 años de nombre Tomasa “N”, quien es originaria de Nicaragua, todos  fueron asegurados y puestos a disposición del Ministerio Público (MP) por el delito de extorsión y secuestro.

Dos de los migrantes que fueron rescatados, de 24 y 31 años originarios de Honduras, señalaron que llegaron a Celaya a bordo del ferrocarril, en donde fueron convencidos por una mujer de que les iba a conseguir trabajo en una empresa local, por lo que los llevó a una casa.

Una vez en el lugar, fueron amagados con armas de fuego, así mismo se percataron que había otras personas de la misma nacionalidad, quienes eran vigilados por dos mujeres y un hombre.

Detectan trata   de personas

Ayer martes, daba a conocer el procurador de Justicia del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, que mediante un operativo implementando por elementos del Grupo Especial de Reacción e intervención (GERI) en la ciudad de Celaya fueron liberados más de una docena de centroamericanos , víctimas de traficantes de personas.

El titular de la PJGE comentó que en Guanajuato no existe ninguna denuncia formal que se haya interpuesto por alguna persona en el tema de tráfico de personas, sólo se han “aperturado de manera oficiosa”, comentó el funcionario.

Narran vecinos que operativo duró tres horas

En un operativo que duró por lo menos tres horas, habitantes de la calle Circuito Mineros vieron desconcertados cómo se llevaban a sus vecinos, que hacía apenas 15 días habían llegado a la casa con el número 337.

“Llegaron como a las 5 y se fueron como a las 8:30 (de la noche); mi hijo me dijo que estaban tocando la puerta muy fuerte y ya cuando salí había muchos policías. Se llevaron (detenidos) como a cuatro, aquí estuvieron aunque les llovió “, dijo una vecina.

Afirman que sí los notaban sospechosos, pero jamás imaginaron que dentro del domicilio tuvieran secuestradas a 13 personas.

“Llegaban carros diferentes y se iban, entraban y salían pero nunca vimos a personas así (centroamericanos)”.

“ Había un muchacho que saludaba muy buena gente, pero otro y la señora afuera eran muy malacarosos”, dijo la vecina.

Nunca escucharon gritos de auxilio o ruidos extraños, “el que pudo haber oído es el de al lado, pero nosotros veíamos la casa normal”, agregó.

Lo que sí les llamó la atención es que en una semana levantaron bardas y sustituyeron la malla ciclónica que protegía la casa, por un portón alto, blanco, que tapa toda la entrada y no deja ver nada hacia adentro. Incluso le colocaron mirillas para ver quién tocaba a la puerta.

“Los primeros días venía una Hummer negra y veía cómo iba la obra, le gritaban a alguien, pero es todo lo que vimos”, explicaron. 

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