Dicen que el hallyu (ola coreana) comenzó en la década de los 90; entonces, el mundo conoció el drama de sus telenovelas, el pegajoso K-pop y los “milagros” de su cosmetología. Esa ola llegó hasta la Ciudad de México y fue en las calles de la Zona Rosa, en la colonia Juárez, donde se asentó una pequeña comunidad de coreanos que, ahora, han abierto locales de todo tipo que permiten acercarnos un poco más a su cultura. Ponte los zapatos más cómodos y vete a conocer seis lugares que te harán sentir en la propia Corea.

Desayuno en Baking Story 

Aunque el local se divide en tres pisos, el primero es donde está la verdadera atracción: canastas llenas de panes esponjosos hechos a base de harina de arroz o al vapor; pasteles de frijol dulce, garbanzo o té verde; y, bebidas calientes como el té de raíz. Hay una vitrina especial para las rebanadas de pastel de galletas Oreo con té de avellana y una más para las bebidas frías, la de coco con trocitos de uva enamora a cualquiera. Hay venta de productos para llevar a casa. 

Una “manita de gato” 

Las rutinas de belleza coreanas son complejas y esta tienda es una parada obligatoria para aprenderlas, pero de manera divertida. La mayoría de los productos vienen en envases con forma de plátano, jitomate, osos panda, huevo y hasta de personajes de caricatura, como la línea de mascarillas “Pokémon”. 

Encontrarás tratamientos para arrugas, soluciones para aclarar la piel y todos esos “milagritos” que los coreanos usan para un cutis perfecto; sí, la cosmetología no solo es un tema femenino, porque aquí el público masculino también encuentra su cremita. 

Missha, el templo de la belleza

En Corea del Sur, es la marca número uno de maquillaje y tratamientos para el cuidado de la piel. El producto estrella es la BB Cream, una crema facial con propiedades regeneradoras. Déjate guiar y consentir por su staff, que con solo hacerte un par de preguntas, identifica, acertadamente, el tratamiento que tu piel necesita. Incluso, pueden maquillarte con las tendencias actuales del país asiático, sin costo. Manejan productos con ingredientes especiales, como la baba de caracol. 

Hair Charisma, “pásate” la tijera

Si buscas un cambio de look, confía en las manos de Ssoni Park y Jenny Heo. Las dos coreanas son estilistas de modelos, actores y cantantes y aunque casi no hablan español, entienden a la perfección los deseos de sus clientes. 

Su velocidad con las tijeras es magistral, en 15 minutos puedes tener un corte al último grito de la moda de Nueva York, Milán o París, destinos a los que viajan una vez al año para estudiar las nuevas tendencias. También son expertas en color. La reservación es necesaria y prácticamente atienden a una o hasta cuatro personas por día. 

Comida en Na de Fo

Será mejor que llegues acompañado para presenciar el ritual del gogigui: el barbecue coreano que consiste en asar carne (una o varias) sobre una parrilla circular insertada en el centro de la mesa. El alimento se acompaña de salsas, condimentos y guarniciones, como fideos fritos y kimchi (col fermentada), que se colocan alrededor del fogón, alimentado por carbón. 

Un cocinero te asiste para asar tus primeros trozos de filete, tocino grueso o costilla, después, tú te encargas del trabajo, mientras degustas una cerveza coreana o un vino de arroz.

Pop a todo pulmón

Antes este karaoke era exclusivo de la comunidad coreana. Sin embargo, su popularidad le llevó a abrir sus salas al público en general. Aquí se rentan dos tipos de cuartos: el normal, para 30 personas; y el VIP, para 50. Están acondicionados para sentirte como en la sala de tu casa, libre de vergüenzas al momento de echarte un palomazo: tienen sillones, pantalla, luces y micrófonos.

Su catálogo musical incluye piezas del K-pop, el género musical más popular en Corea y del cual, el público adolescente es su fiel seguidor. Pero, también hay temas en español, inglés, japonés y chino. Tu noche de karaoke la puedes complementar con su servicio de bebidas y botanas, como frituritas de melón o de carne. 

Fuera de ruta 

Desde hace cuatro años la Embajada de Corea del Sur inauguró un centro cultural que ofrece varias actividades: conciertos de música tradicional, talleres para elaborar y decorar papel, aprender caligrafía o de cocina, además de cursos de idioma y de historia surcoreana. 

Los fanáticos del cine coreano deben saber que el centro programa, cada mes, estrenos de películas de culto y comerciales. Entrada libre. 

 

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