El uso de ingeniería genética, específicamente el cultivo de productos transgénicos, se ha tomado con cautela por parte del Gobierno en México, por lo que en la actualidad se utiliza únicamente en productos que no son de consumo humano directo.
Así lo explicó el presidente de la Academia Mexicana de Entomología, Néstor Bautista Martínez, durante el foro de Ingeniería Genética en la Agricultura, celebrado en Irapuato con la presencia de más de 200 productores y científicos.
“Ahorita el Gobierno ha sido un poco cauto para no autorizar su uso en cultivos que son consumibles directamente, ya se tienen algunos cultivos como es el algodón que no forma parte de la alimentación, pero si para usos industriales”, detalló.
Bautista Martínez indicó que hay grupos que se oponen totalmente a su uso, pero recomendó no cerrarse a esta innovación y, al mismo tiempo, tomar precauciones en los efectos que pudiera tener en los humanos que lo consuman.
“Quiero hablar sobre cultivos no consumibles directamente, se beneficia en el control de plagas, por ejemplo se puede reducir de manera significativa el uso de plaguicidas, como el control del gusano rosado en el algodón”, indicó.
El presidente de la Academia de Entomología explicó que en el caso de algunos insectos, los transgénicos pueden reducir su proceso metabólico, pues un insecto que podría llegar a pesar 20 gramos puede disminuir su peso hasta 2 o 3 gramos, lo que hace menor el daño que causa el insecto a la planta.
“Hasta ahora, no se tienen evidencias sobre efectos nocivos, pero no está por demás ser precavidos para posibles efectos secundarios a largo plazo, es por eso, pero desde mi punto de vista es que se deben permitir para uso de cultivos en uso industrial”, comentó.
El presidente de la Academia señaló que el uso de transgénicos sigue siendo ‘álgido’ pero invitó a los productores a estar informados sobre estas tecnologías, que ya son permitidas en varios países del mundo, incluso para productos de consumo en la canasta básica.