Han pasado 25 días desde que centroamericanos dejaron su país para formar una caravana migrante.

Miles de personas abandonaron todo desde el 12 de octubre para buscar un mejor futuro en Estados Unidos.

Desde el domingo por la noche, grupos de inmigrantes llegaron a la Ciudad de México, donde se instaló un albergue temporal en el estadio Jesús Martínez Palillo, de la Ciudad Deportiva, al oriente de la capital.

Poco a poco han llegado más personas. Según los últimos reportes de esta mañana, ya hay tres mil centroamericanos en la Ciudad Deportiva y son otros cinco mil los que están en camino. Algunos más cerca en entidades como Puebla y Veracruz, mientras que otros, en una tercera y cuarta caravana, apenas entraron a Chiapas.

Reciben apoyos en CDMX

Los indocumentados recibieron alimentos, cobijas y atención médica, además de que se les habilitaron sanitarios y espacios para asearse.

Tras recorrer el albergue, el quinto visitador de la CNDH, Edgar Corzo, advirtió sobre la necesidad de prever más espacios.

“Hemos dicho que va a llegar un contingente mayor y esperamos que hayan previsto algún otro espacio para recibirlos”, planteó.

La estimación es que para mañana miércoles ya se encuentren instaladas unas cinco mil personas en el estadio, donde los migrantes duermen en las gradas y en la cancha.

Los grupos que llegarán provienen de Oaxaca, Veracruz, Puebla y Chiapas.

Escapan de violencia

Los centroamericanos, hondureños en su mayoría, huyeron de su país y no tienen deseo alguno de volver.

“Está duro, estamos en plena guerra. Ahí el gobierno está matando a la gente, a los que trabajamos”, comentó Marco Antonio, de 33 años.

“No hay trabajo. Si te emplean tres días, otros tres días no. Allá todo está caro, ganas 150 lempiras (la moneda hondureña) al día y lo gastas en media hora”, relató Wilfredo Maya, de 28 años.

“Las madres que llevan a sus niños no aguantan el paso, tampoco les dan aventón. Caminan mucho y sufren de sus pies. También hemos visto a personas que han fallecido en el camino, buscando el sueño americano y un mejor futuro para sus familias, pero terminaron por fracasar en el trayecto”, relató Darlín Camilo, de 21 años.

Por ahora descansarán en la Ciudad de México para definir hacia dónde avanzarán.

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