Solari protegió a Ramos, apercibido de sanción para Roma si era amonestado, y dio minutos al canterano Javi Sánchez. La defensa con Odriozola, Nacho y Reguilón sería impensable hace unos meses. No sufrió en exceso ante un Viktoria que buscó el tanto de la honra con más corazón que cabeza.

Al minuto 16, en una jugada con Milan Havel del Viktoria Plzen, Ramos dio un codazo y ocasionó que el rival comenzara a sangrar de la nariz.

El árbitro solamente pidió asistencia médica, sin mostrar cartón preventivo, menos la tarjeta roja.

Real Madrid consigue su tercera victoria consecutiva con Solari

El Real Madrid recuperó confianza a base de pegada y goleó de visita 5-0 al modesto Viktoria Plzen y llegó a 9 puntos en el Grupo G de la Champions League, compartiendo el liderato con la Roma.

Con Karim Benzema inspirado y ejerciendo de líder en el ataque, la reconstrucción del campeón de Europa comienza a llegar a base de goles y buenos resultados.

Los primeros minutos fueron complicados para el Real Madrid, ya que se llevaron el primer susto al minuto 9, luego de que Hrosovsk llegara por la izquierda y sacara un centro que pegó en Nacho y se estrelló con el poste. Poco después Procházka buscaba la escuadra y Chor no llegaba por milímetros.

El balón parado fue el punto clave donde el Real Madrid explotó la debilidad del rival y fue Benzema quien rompió el partido con un gol para enmarcar.

 

En tres minutos el Real Madrid lograba lo que hasta el momento había sido incapaz todo el curso, sentenciar un partido.

Casemiro de cabeza, tras un saque de esquina de Toni Kroos, firmaba el segundo y mostraba el gran punto débil del equipo checo. Las llegadas a balón parado hicieron temblar al Viktoria, que aún encontró algún exceso de confianza madridista al contragolpe, pero su ilusión desapareció a base de goles.

Benzema sellaba su doblete con regalo de Gareth Bale para superar la barrera de 200 goles con el Real Madrid, y el galés firmaba de zurda el cuarto antes del descanso. La debilidad defensiva del Viktoria era un regalo que no se podía desaprovechar en un encuentro que cura heridas.

Ya en el complemento, Courtois brilló en dos ocasiones y el Real Madrid aprovechó los espacios para correr.

Dejó distancia entre líneas que saltó a aprovechar Vinicius y su hambre de gloria. Lo intentó siempre partiendo de la izquierda, perdonando alguna acción de peligro pero asistiendo a Kroos para una maravilla de gol que puso el cierre. El pase cogió al alemán con el cuerpo adelantado y lo acomodó para picar el balón con un globo ante el que nada pudo hacer Hruska.

En la próxima jornada de la Liga de Campeones, la Roma recibirá el 27 de noviembre a los merengues en el Olímpico.

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