El canterano con más técnica y elegancia que he visto en casi 15 años en el León, es Leonel López, un tipo que sabe con la pelota, que la pisa, que la trata bien. Sabe lo que tiene y por eso lo cotizan.
Quedarse con Leonel era, hasta antes de hacer esta columna, lo que creía que debería hacer la directiva del León para la siguiente campaña y quizás, para los próximos años. Sin embargo, y luego de ver sus minutos, el accionar de otros y la necesidad del equipo, cambié de opinión.
Jesús Martínez debe vender a Leonel, ya. Al mediocampista ya lo ofrecieron a Necaxa y Querétaro, sin contar el posible interés que pudiera persistir en Toluca, donde la rompió. Una fuente muy cercana a Leo me pasó el dato, fue la misma que no me falló cuando hablé de su regreso a La Fiera para este torneo.
Leonel, de 24 años, debe ser vendido para que entre dinero a las arcas felinas, no sé si en dos o hasta tres millones, pensando en un negociazo. Según el portal Transfermarkt, López vale hoy 1.35 millones de Euros. Dinero con el que Jesús Martínez, El Presi, podría adquirir a un refuerzo de la misma calidad pero en otra zona del campo.
Qué tal si, soñando como en cada Draft, con esa lana compran a un Lucas Zelarayán o mínimo ponen gran parte de la paga por un Cavallini, un “Polaco” Meléndez, un Ismael Sosa o un Leandro Ramos. Digo, obvio sé que todos estos valen más que Leonel, pero con esa lana, ya el esfuerzo por contratar no es imposible.
Además, por más calidad que tenga Leonel, la zona donde juega está cubierta y por jugadores que no costaron 10 pesos. Alex Mejía, quien vino como campeón de Copa Libertadores, y Pedro Aquino, mundialista, seguirán jugando, eso está claro, así como Iván Rodríguez.
No hay que pensarle, hay que vender a Leonel y venderlo bien, porque ese es otro tema. Entiendo a Chucho cuando le quieren dar “una baba”, diría mi padre, por un jugador que tiene un futuro, si se cuida y no pierde piso, enorme, hasta de Selección Nacional.
La versión de “Hay poco dinero por la construcción del Nuevo Estadio”, es sólo una cortina de humo. En el Grupo Pachuca hay billetes y si faltan, hay que vender a Leo, vender la parte que resta de los derechos del ecuatoriano Marcos Caicedo y por qué no, como ya lo opiné en otra columna, desprenderte de William Yarbrough.
PD: Se vienen pocas altas para el Clausura 2019. OK, que sean pocas, pero bien pensadas.
Twitter: @omaroseguera