No todas las redes sociales son capaces de aguantar el paso de los años. Por ejemplo, Fotolog llegó a tener una gran presencia en tierras mexicanas, así como Tuenti aglutinó a miles de usuarios en España. Sin embargo, al cabo de poco tiempo ambos portales online quedaron en el olvido. Aun así, ciertos servicios sí se mantienen muy activos durante un periodo considerable.
Un buen ejemplo es el de Instagram, red social que el mes pasado cumplió ocho años de vida. A pesar de ello diariamente son infinitas las publicaciones que tienen lugar en el citado entorno virtual, siendo consultadas por fans del influencer en cuestión o por conocidos, amigos y familiares si se trata de un ciudadano habitual. Precisamente en dicho ámbito más personal está proliferando una acción que cada vez es realizada con mayor frecuencia, consistiendo la misma en espiar Instagram. ¿A qué es debido?
Usos habituales de Instagram
Para comprender por qué los perfiles de dicha red social tratan de ser espiados por otras personas con tanta frecuencia es esencial saber qué tipo de usos recibe asiduamente. El más común hoy en día es sin duda alguna relacionarse con otros adolescentes. Y es que el perfil que cuenta con una mayor presencia en este portal es el de jóvenes de edades comprendidas entre los 14 y 17 años.
Es innegable que las hormonas hacen de las suyas en plena adolescencia, por lo que muchas de las relaciones amorosas que se inician en la actualidad se originan inicialmente en Instagram. Basta con hacer clic en el botón de ‘Me gusta’ y responder a una publicación con un comentario agradable para que dos usuarios comiencen a charlar en privado y, en caso de producirse la química, surja una nueva pareja.
De todas las redes sociales existentes a poco de poner fin al año 2018, Instagram es la más elegida por los adolescentes a la hora de relacionarse entre sí no solo con el objetivo de conseguir pareja, sino también con muchas otras intenciones: hacer amigos, alardear de adquisiciones o viajes realizados, etcétera. Sea cual sea el motivo que impulsa a los usuarios a acceder al citado servicio en línea es esencial contar con una considerable cantidad de seguidores.
Y es que si la cifra es alta, el objetivo a lograr pasa a ser mucho más asequible, mientras que un perfil cuyas fotografías prácticamente no tienen ‘Me gusta’ permanecerá desapercibido entre tantos millones de publicaciones que se dan cita en Instagram.
Teniendo en cuenta el poder que puede llegar a tener esta red en lo que a las relaciones sociales se refiere no es de extrañar que paulatinamente vaya engrosándose el número de usuarios que quieren hackear Instagram con tal de espiar contenidos ajenos.
Prevenir o detectar infidelidades, el motivo más común
Debido precisamente a lo fácil que puede llegar a ser el hecho de conseguir citas tras recibir un piropo virtual da pie a que la desconfianza entre las parejas llegue a niveles alarmantes sobre todo si solo uno de los dos tiene cuenta en Instagram, aunque los celos también se producen si ambos disponen de perfiles.
En cualquiera de los dos casos el individuo que sospecha del otro hace todo lo posible por acceder a su respectiva cuenta. ¿Con qué fin? Básicamente para espiar las conversaciones privadas que mantiene no solo con sus seguidores, sino también con otros usuarios del portal.
Antiguamente averiguar una infidelidad no era en absoluto sencillo, pero gracias a las herramientas que a día de hoy existen para espiar Instagram ni siquiera se necesitan conocimientos de informática para conseguirlo. De hecho, en ocasiones basta simplemente con introducir el nombre de usuario y su respectiva dirección de correo electrónico, dejando que el software o la aplicación se encargue del resto.
En una escasa cifra de segundos el espía obtiene un historial con todas y cada una de las conversaciones que han sido mantenidas. Ello da pie a que la acción de hackear un perfil ajeno de Instagram también sirva para otros fines más allá del de saber si alguien le está siendo fiel o no a su pareja.
Un buen ejemplo reside en los papás y las mamás que están preocupados por si su hijo mantiene conversaciones que podrían perjudicarle. Desafortunadamente en México el acoso escolar es muy común, aunque por suerte existe la posibilidad de evitarlo si al espiar el perfil del adolescente en cuestión y observar charlas anómalas –con insultos, amenazas u otros aspectos negativos– se procede a poner fin a dichas comunicaciones.
En definitiva, el incremento de hackeos para espiar Instagram se debe en gran parte a dos aspectos fundamentales: la facilidad que surge a la hora de hacerlo actualmente y lo positivo que puede llegar a ser si se utiliza para fines positivos como el de vigilar la actividad que los infantes realizan en las redes sociales.