Chris Wenzel, un conocido artista del tatuaje de Saskatoon, en Ohio, Estados Unidos, tenía una peculiar petición para su esposa cuando supo que iba a morir: quería que le quitaran la piel para conservar sus tatuajes.
Chris, de 41 años, sabía que estaba enfermo y no le quedaba mucho tiempo de vida. Fue entonces cuando descubrió a la empresa “Save My Ink Forever”, compañía de Estados Unidos que se dedica a conservar tatuajes.
El 28 de octubre de este año, Wenzel falleció por su enfermedad. Fue entonces cuando empezó la travesía de su esposa, Cheryl Wenzel.
“No enterrarías a un Picasso”
Poco después de la muerte de Chris, su esposa contactó a la compañía, que nunca había hecho un trabajo tan grande: 70% del cuerpo del tatuador estaba cubierto con sus obras.
Cheryl estaba presente en la habitación cuando comenzaron a retirar la piel de su fallecido esposo. El proceso le costará alrededor de 80,000 dólares y tardará unos 3 meses.
Luego de retirarle la piel, será conservada con químicos especiales y colocada en un marco para exhibirla en el que fue su local de tatuajes.
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