Kevin García Alatorre es amante de los juegos de video, en 20 años ha sumado más de 300 desde casetes hasta cds.
“En un viaje que mi papá realizó a Estados Unidos compró el Super Nintendo y el NES (Nintendo Entertainment System) para uso de él, en particular recuerdo que mi papá jugaba el videojuego de Killer Instinct, después comencé a usar los Nintendos y fue así que me inicié como gamer (videojugador)”, dijo el joven.
A los 7 años tuvo sus primeros videojuegos gracias a su papá, y éstos evolucionarion con las consolas.
Comparte afición con su esposa
“Mi primer juego que compre fue Resident Evil para Play Station. Posteriormente cuando iba a los tianguis encontraba muchos casetes y cds que comencé a comprar, pero ya con la finalidad de coleccionar”.
En los últimos cinco años Kevin aumentó considerablemente su colección, con lo que contribuyó su esposa, Soad Tabe Aguiñaga, con quien comparte la afición por jugar.
“Desde que era niña me gustaban los videojuegos por mi hermano, pero casi no me dejaba jugar y cuando me hice novia de Kevin creció el gusto y el deseo por tener consolas y videojuegos”, dijo la joven.
Desde Resident Evil a Super Mario Bros
La pareja tiene las sagas de Resident Evil, Silent Hill, Super Mario Bros y Dino Crisis, en cuanto a las consolas el Game Boy, NES, Super Nintendo, Nintendo 64, Nintendo Game Cube, Play Station 1, 2 y 3, además de Xbox.
Su juego más caro, de tres mil pesos, es Sunsent Riders, de vaqueros, y lo menos que pagó, en una super promoción, fueron 250 pesos por dos juegos Conker (ardilla que quiere regresar a casa con su novia Berri) y Mario Kart (carreras) para Nintendo 64, además incluían cuatro controles.
Los videojuegos favoritos de Kevin son Red Dead Redemption, que es de acción-aventura tipo western, y Castlevania, que trata sobre una guerra entre los descendientes de la familia Belmont y el conde Drácula.
Ella prefiere Doctor Mario
Soad prefiere Marvel Vs. Capcom (luchas) y Doctor Mario que es un juego de lógica y destreza.
“La pasión es por intentar tenerlos todos, entre más difícil o extraño sea el videojuego me provoca más reto y deseo por tenerlo. Además cuando juego recuerdo mi infancia, mis amigos de esa época y las personas con las que crecí”, expresó Kevin.
“A mí me gustan los videojuegos por las reuniones que tenemos con la familia y amigos, es un buen motivo para convivir”, compartió Soad.
La pasión por esta actividad les permitió tener su negocio, pues se dedican a vender y reparar videojuegos y consolas.
TODOS VEN: