os migrantes salvadoreños no quieren generar problemas en México, sólo quieren pasar hacia la frontera y agradecen el apoyo que les brindan las autoridades, indicó Marvin Rivera, migrante que llegó a Irapuato en un grupo de 525 personas el domingo por la mañana.
El grupo en el que viaja Marvin no quiso llegar al albergue establecido por DIF municipal, pues buscan llegar lo antes posible a la ciudad de Guadalajara, por lo que se quedaron en el trébol de la carretera Irapuato-Abasolo, a la espera de que alguien les diera un “aventón”.
Deja a su esposa e hijos
Al mediodía, sólo quedaban alrededor de 100 de los migrantes que venían en este grupo, entre ellos el salvadoreño, que después de comerse unos tacos al vapor que pudo comprar en un carrito a orilla de la carretera y una naranja, contó que dejó atrás a su esposa y 3 hijos.
“El camino ha sido muy duro, pesado, pero la gente nos está apoyando, nos han dicho bastante que los hondureños han dicho cosas malas. Ellos van todos desorganizados, nosotros estamos pasivos, hasta para pedir jalones las autoridades nos ayuden”, dijo.
En El Salvador, Marvin era comerciante y aunque quería cambiar de oficio no pudo, pues en su país no es tan fácil hacerlo, y al no contar con mayor recurso económico para mantener a sus hijos de 16, 15 y 13 años, decidió salir en la Caravana.
Busca cruzar para ayudar a su familia
“No puedo entrar a otro sector, nosotros le decimos allá colonias, aquí son distritos, como pertenecemos a una no podemos entrar a otra, aunque seamos trabajadores, es porque vivimos en lados contrarios, la otra es por el gobierno, ellos están pagando con cárcel por mañosos, entonces no podemos vivir ya en el Salvador”, contó.
Al llegar a la frontera, espera poder cruzar a Estados Unidos, trabajar un tiempo para enviar dinero a su familia, y después si es posible, llevárselos también al país vecino, pues no puede vivir sin ellos mucho tiempo.