A pesar de no contar con autorización de impacto ambiental ni cambio de uso de suelo, el proyecto de refinería en Dos Bocas, Tabasco, avanza en un terreno donde ya fueron desmontadas 300 hectáreas de selva y manglares, acusó el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
La organización no gubernamental denunció la realización de estos trabajos ante la Profepa y la Agencia de Seguridad, Energía y Medio Ambiente.
Los responsables
Señala como responsables a Pemex y a la compañía SCCA, así como a quien resulte responsable de violar los ordenamientos que regulan tanto la protección al medio ambiente y la preservación del equilibrio ecológico.
“Lo primero que hay que preguntarse es ¿quién lo hizo?“, indicó Gustavo Alanís Ortega, presidente y fundador de Cemda.
“Nos ha llamado la atención la complicidad de las autoridades locales, porque se permitió la limpieza del terreno, son alrededor de 300 hectáreas, y sorprende mucho que autoridades locales hayan permitido los trabajos de limpieza”.
Para la agrupación, es cuestionable emprender una consulta sobre la viabilidad de la refinería, como la que ocurrirá el próximo sábado y domingo, cuando la obra ha comenzado con irregularidades y omisiones de las autoridades.
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