Los integrantes de la caravana migrante rompieron la valla de seguridad en la garita de El Chaparral y corrieron hacia el canal del río de Tijuana, pero la patrulla fronteriza los enfrentó con balas de goma y gas lacrimógeno.
Desde un helicóptero de la patrulla fronteriza lanzaron gas en la zona.
La mayoría de las personas son hombres, pero algunas también participaron y llevaron a sus niños quienes también sufrieron de sus ojos al tener contacto con el gas.
Los migrantes portaban banderas estadounidenses y hondureñas y comenzaron a atacar a los agentes de seguridad con piedras, palos, lo que encontraban en su paso.
Algunos intentaron calmar al grupo, pero otros lanzaban consignas contra las autoridades estadounidenses.