Tiene 33 años, 6 meses y 4 días, alguien le dijo ‘viejito’ y anotó un soberbio gol. De esos que eliminan a un equipo aunque sea de la misma familia.
Mauro Boselli se despidió del Apertura 2018 con un remate de cabeza en el ángulo y sólo él y la directiva esmeralda saben si así es como se despedirá del León o este fue un tanto más en su camino a ser el goleador histórico del club.
El tema de la renovación del ‘Matador’ recobró vida con el silbatazo final del duelo entre Fieras y Tuzos, y también por la manera de festejar su diana.
Boselli habría dicho que después de este partido hablaría sobre su continuidad en el cuadro leonés. La directiva, en parte, afirmó que una vez terminado el torneo sería el tiempo para sentarse a negociar la extensión.
Tras bambalinas se dice que el argentino quiere dos años más, pero la directiva únicamente le quiere dar uno. Ahí el estira y afloja.
En Pachuca, Boselli marcó su sexto gol del torneo, teniendo en este Apertura una de sus peores cosechas en la Liga MX, por encima de los Clausuras 2014 y 2015 donde anotó tres goles en cada uno. Esto viendo el vaso medio vacío porque si lo vemos medio lleno, mencionaríamos entonces que llegó a los 130 goles como esmeralda poniéndose cerquita del ‘Dumbo’ López, con seis para empatarlo y siete para imponer una marca que se sostendrá por un buen número de años.
Por eso que los pasos de viejito, así como festejó Boselli al decretar el empate, cobran relevancia en estos tiempos de guerra fría entre el acatante y los directivos.
Mi abuela decía sabiamente ‘piensa mal y acertarás’. El mensaje de Mauro fue directo, para que le doliera a alguien en especial. Su mente, rostro, brazos y piernas sabían que festejaría así.
Falta un mes para que el León debute en el Clausura 2019 y Jesús Martínez no la tiene nada fácil con un pastel que no endulza en el tema colectivo y la cereza del postre cayéndose con el tema de Boselli en boca de todos.
Las salidas, no las soluciones, de esta telaraña parecen claras: Boselli se va de no renovar bajo sus exigencias a pesar de tener todavía un torneo de vigencia con La Fiera, y si se queda será bajo las condiciones de la directiva.
Deportivamente hablando, el tema de la edad de un jugador no debe ser un impedimento, ahí está el caso de André-Pierre Gignac, que siendo siete meses menor que Boselli se coronó campeón de goleo, claro, con un equipo bien formado.
Administrativamente, a Martínez Jr. ya no le cuadran las cuentas porque no sólo es lo que le pagaría a Boselli, también es que por muy baratos que hayan salido los refuerzos, estos han representado pérdidas para el club por su mal funcionamiento.
El sentido común dicta que la solución es que Jesús y Mauro cedan, pensando que lo más importante es la institución y la afición que le es fiel a esta.
Con todo y ello, si mi abuela viviera y entendiera sobre futbol seguramente me diría: Si no tienes en cartera a un joven goleador, mejor quédate con un viejito matador.