Padre de tres hijos y dedicado a un negocio propio que tuvo que emprender después de haber sido despedido de su trabajo por ser portador del VIH, Osvaldo de 45 años, dijo que lo importante es luchar y ser optimista.
Tras quedar desempleado aseguró que nunca acudió a denunciar la violación de sus derechos laborales por considerarlo una gran pérdida de tiempo y falta de apoyo por parte de las autoridades.
“Sí me ha tocado esta parte, la discriminación, yo tenía un amigo a quien le comenté que tengo VIH y desgraciadamente él lo platicó a ciertas personas donde yo vivía y ya no me querían ni saludar, sí se siente esa discriminación pero mi esencia nunca la he perdido ni me he deprimido por eso.
También me ocurrió en mi trabajo, lo perdí después de que se enteraron que tengo la enfermedad; desgraciadamente todavía hay personas que creen en otras cosas y eso nos orilla a discriminar a la persona”, compartió Osvaldo.
Las cifras
En Guanajuato, un millón 45 mil 571 personas consideran que convivir con personas con SIDA o VIH siempre es un riesgo.
De esto de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) 2017. En dicho sondeo participaron 3 millones 879 mil 142 guanajuatenses de una población de 5.9 millones de personas que residen en la entidad, según información del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Del total de encuestados, 2 millones 105 mil 131 son mujeres y un millón 774 mil 11 son hombres. En este sentido, 527 mil 109 mujeres (25% de las encuestadas), dijeron estar de acuerdo en que convivir con personas con SIDA o VIH siempre es un riesgo; el 72.1% que representa un millón 517 mil 863 mujeres, dijeron estar en desacuerdo.
Del total de hombres consultados, 518 mil 462 afirmaron estar de acuerdo, es decir el 29.2%; y un millón 235 mil 512 estuvieron en desacuerdo, lo que significa un 69.6% de los hombres encuestados.
El rechazo
La ENADIS reveló también que las principales características por las que en general la población de 18 años y más no le rentaría un cuarto de su vivienda a alguna persona, sería por: ser extranjera (39.1%), ser joven (38.6%), ser una persona trans (36.4%), tener VIH o SIDA (35.9%), o ser gay o lesbiana (32.3%).
La población que no estaría de acuerdo en que su hijo o hija se case con una persona con SIDA o VIH es de 56.6%, para con una persona del mismo sexo es de 43.0%, y para personas de la diversidad religiosa es del 13.3%. Son las tres características con el mayor porcentaje de rechazo.
No denuncian
La Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (PDHEG) informó que en 2017 recibió sólo tres quejas de personas con VIH, dos por negativa o inadecuada prestación de servicio público ofrecido por dependencia del sector salud federal y una por violación a los derechos de internos o personas privadas de su libertad.
Las tres corresponden a la Subprocuraduría región C con sede en Celaya, de las cuales, las dos primeras fueron canalizadas a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) por tratarse de quejas contra funcionarios públicos federales y la tercera se solucionó ante este organismo.
De enero a octubre de 2018, la PDHEG afirmó que sólo ha recibido una queja en contra de personal médico de clínicas del sector salud federal en el municipio de Celaya, la cual fue canalizada a la CNDH por tratarse de un asunto relativo a una dependencia federal.
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