Ivanka Trump ha salido hasta en una portada de disco para una banda Punk… es: exmodelo, empresaria, diseñadora, asesora política y próximamente… la representante de Estados Unidos durante la toma de protesta del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
¿Quién es Ivanka Trump..?
La Fashionista que tomó la decisión de cerrar su marca de moda del mismo nombre, el día en que quesu padre se hizo el Presedente.
Ivanka la Punki de los Trump
El grupo inglés de música punk, Gang of Four, sacó un nuevo disco el 20 de mayo. Hasta ahí nada que ver con la política estadounidense, ni con la Casa Blanca de Donald Trump. Pero el Universo Trump abarca muchos ámbitos y en este caso también el de la música alternativa. La banda ha presentado la portada de álbum Complicit, cargada de connotaciones políticas, que protagoniza una imagen de la hija mayor del mandatario, Ivanka Trump.
La exmodelo y actual consejera del mandatario reveló en un libro el año pasado que también tuvo su etapa rebelde, como cualquier adolescente, y en los noventa pasó por una fase punk, incluso llegó a teñirse el pelo de azul. También se declaró seguidora de Kurt Cobain, el cantante de Nirvana.
“Mi armario estaba lleno de pantalones de pana y camisas de franela”, asegura en un fragmento de la biografía de su madre Ivana (Raising Trump). Los comentarios de Ivanka desataron burlas en las redes y fotomontajes. Los internautas dudaban de la autenticidad su admiración por el género, siendo hija de un magnate de la construcción.
El grupo británico ha anticipado la primera canción de este nuevo disco titulada Lucky, en la que fieles a su estilo critican la sociedad capitalista. La banda también ha dedicado una canción a la empresaria convertida en asesora política: Ivanka (Things You Can’t Have). Su esposo, Jared Kushner, un empresario sin experiencia en cargo público también forma parte del reducido grupo de asesores de Trump.
En un comunicado enviado a la revista especializada en música Pitchfork, la banda critica el “desprecio” de la familia Trump por los medios de comunicación tradicionales y la banalidad con la que se tratan algunos temas en las redes sociales. El grupo opina que en las redes conviven “información, desinformación o refuerzo de ideas”, pero creen que también se pueden encontrar “quizá los delitos que de ciertos políticos estadounidenses”.
Desde sus inicios en la Casa Blanca, Trump se ha enfrentado a acusaciones de nepotismo, supuesto enriquecimiento ilícito, un presunto complot con Rusia para ganar las elecciones y se le ha tachado de machista. Sin embargo, el mandatario ha contado con Ivanka como aliada. Señalada como su favorita (Trump tiene cinco hijos de sus tres matrimonios), Ivanka no solo ha sido su defensora, sino que ha tratado de mostrar la cara amable de Trump. El año pasado en una entrevista en la cadena estadounidense CBS, le preguntaron si ella y su esposo Jared Kushner eran “cómplices de lo que estaba sucediendo en la Casa Blanca”.
“No sé lo que significa ser cómplice, pero si es el querer ser una fuerza del bien y hacer un impacto positivo, entonces soy cómplice”, respondió Ivanka. La respuesta la hizo protagonista de una imitación irónica en el programa satírico Saturday Night Live (SNL). La actriz Scarlett Johanson, caracterizada de Ivanka Trump, emuló un anuncio de televisión de un exclusivo perfume, Complicit. El término Complicit —que además de un perfume ficticio es ahora el título de un disco punk— se ha extendido en las conversaciones políticas de Washington para referirse eufemísticamente a la justificación de las políticas y de ciertas actitudes del presidente Trump.
La empresaria
La asesora de la Casa Blanca Kellyanne Conway se lanzó a recomendar en televisión al público que comprara ropa de la marca de Ivanka Trump y, aunque de dudosa legalidad según las normas federales estadounidenses, el consejo ha dado resultado: las ventas de la línea propiedad de la hija del presidente estadounidense Donald Trump se han disparado. Es una tendencia que, al parecer, decenas de empresas e individuos chinos quieren aprovechar en beneficio propio: se han apresurado a registrar variaciones del nombre de la empresaria como marcas de su propiedad.
Según la oficina del registro de marcas china, son 65 los productos registrados con el nombre “Ivanka”. Según el periódico de Hong Kong South China Morning Post, entre las solicitudes de registro de los últimos meses se encuentra una de compresas sanitarias, presentada por Fujian Yingjie Commodity Company tan solo 10 días después del triunfo electoral de Donald Trump.
Las leyes chinas permiten que los fabricantes registren como marcas nombres occidentales o sus diferentes transcripciones en ideogramas, lo que ha suscitado frecuentes demandas en los tribunales sobre violación del uso de las marcas registradas.
China reconoció la semana pasada 38 licencias comerciales para que productos y empresas del país lleven la marca Donald Trump, en sectores que abarcan de hoteles a centros de masajes. Es una decisión que ha suscitado interrogantes sobre la posibilidad de que el presidente haya recibido un trato de favor: el magnate peleó durante una década para que se le reconociera una de esas licencias.
En otro caso que recibió atención mundial, Michael Jordan trató de recuperar los derechos sobre su nombre en China durante cuatro años antes de que un tribunal finalmente se los reconociera el pasado diciembre.
En el caso de Ivanka, muchas de las licencias comerciales para el uso de su nombre se encuentran aún en trámite y se desconoce si se concederán o no. Tampoco está claro si las empresas quieren aprovechar la fama de la hija presidencial para aumentar sus ventas o simplemente aspiran a cobrar una pingüe suma a cambio de renunciar a la licencia que lleve su nombre.
La situación resulta irónica: la concesión de estas licencias significaría que en China se comercializarán productos con el nombre “Ivanka” que no guarden relación alguna con la hija del presidente de EE UU. Mientras, muchos de los productos legítimos de la marca que se venden en Estados Unidos han sido fabricados en China.
Pese a que Trump, durante su campaña, prometió “comprar estadounidense y contratar estadounidense”, los registros de Aduanas chinos muestran que desde las elecciones del 8 de noviembre al menos 1.600 billeteras de cuero, dos toneladas de blusas de poliéster y 23 toneladas de zapatos marca Ivanka Trump y fabricados en el país asiático han sido enviados a EE UU en 80 cargamentos, informa Afp.
La política
Ivanka Trump, hija y asesora del presidente de Estados Unidos, envió en 2017 centenares de correos electrónicos a personal de la Casa Blanca y funcionarios del Gabinete sobre asuntos gubernamentales, utilizando una cuenta personal. En muchos casos, esto podría suponer una violación de las normas sobre registros federales. Además, constituye una práctica similar a la que causó una despiadada ofensiva por parte de los republicanos contra la candidata demócrata Hillary Clinton, durante la campaña presidencial que la enfrentó a Trump, por haber usado una cuenta personal siendo secretaria de Estado. El ahora presidente estadounidense llegó a acusar a Clinton de poner en peligro al país por esta práctica.
El Comité de Vigilancia de la Cámara de Representantes planea abrir una investigación para determinar si Ivanka Trump violó la ley federal al usar, en su correspondencia con miembros del Gobierno, una cuenta de correo de un dominio privado que comparte con su marido, el también asesor presidencial Jared Kushner. Así lo ha anunciado este martes el legislador republicano Elijah E. Cummings, en un comunicado, en el que confirma que el comité quiso lanzar el año pasado una investigación sobre el uso de cuentas de correo personales por parte de oficiales de la Casa Blanca, pero esta no les proporcionó la información solicitada. “Necesitamos esos documentos para asegurarnos de que Ivanka Trump, Jared Kushner y otros oficiales cumplen la ley de registros federales, y existe un registro completo de las actividades de la Administración”, aseguró.
Funcionarios de la Casa Blanca conocieron los hechos, adelantados por The Washington Post, al revisar los correos recopilados el pasado otoño para responder a una petición de información pública. Algunos de los funcionarios que revisaron la correspondencia, según el Post, quedaron alarmados al comprobar el volumen de la misma, y después al conocer la reacción de la propia Ivanka Trump: cuando fue preguntada por esta práctica, se defendió alegando que no estaba familiarizada con algunos detalles de las normas. Algo sorprendente cuando su padre y jefe centró la campaña que le llevó a la Casa Blanca en desacreditar a su rival por hacer lo propio. Después, en un comunicado publicado por sus abogados, se reconoce que Ivanka Trump utilizó su correo personal de manera “ocasional”, pero se indica que ninguna de las comunicaciones contenía información clasificada o sensible.
Aseguran los abogados que el caso no tiene nada que ver el de Clinton, ya que la hija del presidente “no creó un servidor privado en su casa o en su oficina, nunca incluyó información clasificada, la cuenta nunca se transfirió a la Organización Trump y nunca se eliminaron los correos electrónicos”. Clinton, que usó un servidor instalado en su residencia y también alegó en su momento el desconocimiento de las reglas, utilizó únicamente su correo privado y evitó los servidores del Gobierno. Aunque inicialmente aseguró que ninguno de sus mensajes contenía información clasificada, el FBI determinó, más tarde, que al menos 110 correos sí merecían esa catalogación.
Los correos de Ivanka Trump, según el Post, al menos en un centenar de ocasiones fueron para discutir las políticas gubernamentales y asuntos oficiales. Otros pueden también pueden haber violado la ley de registros, al contener detalles sobre su agenda y sus viajes.