El arroyo del Tajo de Santa Ana se ha convertido en una cloaca al recibir aguas negras de fraccionamientos, empresas y comunidades de la zona.
Para evitar esta contaminación, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) construye dos colectores de aguas residuales.
Uno de los carriles de la carretera que comunica San Agustín del Mirasol con El Resplandor se encuentra inhabilitado por obras de introducción de drenaje.
Drenajes sanitarios
El titular de Desarrollo Rural, Rodolfo Ponce Ávila, dijo que los drenajes sanitarios son responsabilidad de Sapal.
Además, de acuerdo con un comunicado de Sapal, se cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales en Puerta de San Germán, Ramillete, Malagana, Estancia de Vaqueros, Puerta del Cerro, La Venta, La Mora, El Nacimiento, Piedra Blanca, La Reserva y Los Arcos; pero no en El Resplandor ni en San Agustín del Mirasol.
“El arroyo del Tajo se ha convertido ya en una cloaca. En él descargan las aguas negras de diversos fraccionamientos. El Tajo inicia en la zona de Villa Insurgentes y lo que corre a lo largo del mismo, hasta lo que era la presa de Santa Ana, son pestilentes aguas negras”, señaló Jesús Mena, vecino de la comunidad El Resplandor.
También descargan aguas negras
Desde la comunidad Loza de los Padres hay un canal de aguas negras que atraviesa la comunidad Los López y la empresa Rotoplas, que también descarga aguas negras al arroyo del Tajo.
“El Tajo se ha convertido en una parte del drenaje de la ciudad. Se descargan aguas negras de varias comunidades y colonias. No hay plantas de tratamiento y las que hay no operan”, dijo el delegado de Guadalupe Victoria, Alejandro Gasca Horta, quien agregó que el drenaje de esta comunidad descarga al Tajo.
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