En un año, 34 mil adolescentes de 15 años en Guanajuato dejaron de trabajar para volver a estudiar. Esta cifra representa una disminución del 2.14% respecto al año pasado.
“Dejé de trabajar porque estaba descuidando los estudios, me perjudicó, era muy cansado, reprobé como tres materias; yo mismo lo decidí”, admitió Brandon Jeancarlo Camacho Urrutia.
El joven, de 15 años, estuvo trabajando de preliminar en un taller de calzado. Después de las clases, Brandon cumplía con una jornada laboral de cuatro horas.
Estudian pero también trabajan adolescentes
Los ingresos del estudiante eran empleados en sus gastos personales, además de solventar sus pasajes. El ex trabajador es el tercero de sus hermanos y entre sus planes está continuar estudiando la preparatoria para formarse en una carrera de arquitectura.
Al tercer trimestre de 2018, en el Estado se registraron un millón 599 mil jóvenes de 15 años con actividad laboral.
En comparación con el mismo periodo, pero en 2017, la cifra fue de un millón 634 mil adolescentes, entre los dos periodos hubo una reducción de 34 mil 962 “chavos” que dejaron sus trabajos. Este indicador ubica al estado en el séptimo lugar nacional, por debajo de la Ciudad de México.
Jornada completa
Tras no aprobar su ingreso a la preparatoria, Jamil Jessé Lisama Andrade decidió ampliar su jornada de trabajo.
“Yo decidí solo (trabajar más), si no estudias, hay que trabajar. Ahorita me gusta trabajar por ganar dinero”.
Jessé tiene 14 años, terminó la secundaria este año y decidió aplicar para su ingreso a la preparatoria. Cinco décimas lo dejaron fuera.
Trabajos ‘ayudan’ económicamente
Desde antes de terminar la secundaria acudía como ayudante en la carpintería que tiene su papá; pulir, barnizar y resanar son parte de sus actuales conocimientos.
Sus ingresos por esta “ayuda” son de 200 pesos semanales, a esto se suma su sueldo en un taller de calzado cercano a su casa donde recibe 700 pesos.
“Es muy difícil ganar dinero sin estudios, quiero presentar el examen para el próximo año”, detalló el adolescente.
Ayuda trabajando
Desde hace tres años, cuando tenía 11, Esteban Alberto Vázquez García comenzó a trabajar vendiendo bolsas de plástico para recolectar basura.
Esteban estudia el segundo año de secundaria, -por las mañanas- durante cuatro horas, recorre un par de colonias ofreciendo su producto.
Su papá igualmente se dedica a este comercio, fue él quien le pidió que le ayudara con esta labor.
Trabajan en fábricas de calzado
“Me gusta vender”, reconoció el menor, quien es el segundo de tres hijos. A futuro el joven trabajador le gustaría ser un futbolista a nivel profesional.
De sus compañeros de salón, al menos 10 trabajan aunque sus labores son en fábricas de calzado.
Infantes
De los menores que conservaron sus trabajos en este año, el 33% son pequeños entre 5 y 9 años, este rango de edad registra el mayor porcentaje con 534 mil 921infantes.
Seguido de los jóvenes entre 12 y 14 años, de los que continúan trabajando 344 mil que representan el 21%.
En general el 50% de los jóvenes trabajadores son varones; el 62% de los niños que laboran pertenece a un estrato socioeconómico bajo.
De clase alta
Esto no es privativo, ya que el 4% del total de los pequeños trabajadores, son de clase alta, un promedio de 65 mil.
Del 1.5 millón de trabajadores menores de 15 años, el 50% afirma que terminó la educación primaria.
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