La novela de Mauro Boselli con el Club León vive su peor momento, el más ácido e incómodo, esas horas o días previos a un divorcio que ambas partes, pudieron o debieron evitar.

Y es que tener que poner buena cara en los entrenamientos, medio sonreírles a las cámaras y hablar de tu adiós con los compañeros, son momentos que el “Matador” no puede evitar, aunque quiera. El todavía capitán, tuvo que reportar a la pretemporada y viajar a Pachuca este viernes, más aferrado a su profesionalismo, que al gusto por su profesión. El todavía dorsal 17 felino, tiene claro que su futuro no está en la ciudad y que su reto de ser el máximo anotador no ocurrirá, quizás, por haberlo cantado tanto. Es como “Despacito”, ya me tiene hasta la…

Antes, Mauro llegaba acompañado a las salidas a pretemporada. Ayer, llegó solo. Antes, Mauro encaraba a los medios, sonreía, guiñaba, nunca caminaba solo. Ayer, fueron él y su camioneta, un andar cabizbajo al comedor y luego, un tímido saludo, el más gris en casi seis años.

Se filtró el interés real del América, al cual le caería de lujo tener a un verdadero goleador en su delantera, sin embargo, en esta trágica novela, el de la última palabra no es “Chuchín” y no es Azcárraga, es Mauro, su orgullo, su ego y sus ganas.

A Boselli le pueden ofrecer la misma o más lana en Coapa, pero si él no quiere, no se va y adiós ingreso económico al Club León y a un posible intercambio de jugadores. Mauro ya le dijo “ahorita no, gracias”, a equipos de Argentina, Paraguay y algunos de la misma Liga MX. Negociarlo no será fácil.

Aquí es donde entra Nacho Ambriz, con un papel de mediador en esta novela. El estratega, que sueña con un desenlace romántico, volverá a charlar con Mauro, luego con la directiva, con el “Patrón”; Jesús Martínez Patiño, y si tiene poder, logrará ese final; seis meses más, un récord y un adiós digno del “canal de las estrellas”.

De los 7 días que La Fiera entrenará a triples sesiones en Pachuca, en uno o dos de ellos, me imagino, no estará Mauro. En su lugar habrá un desayuno, una comida o tal vez, una última cena. Habrá un diálogo largo o corto, de respeto o con palabras altisonantes. Habrá un abrazo o sólo un apretón de manos.

Jesús Martínez Patiño es un tipo duro, directo, que sabe de negocios en el futbol, que da oportunidades, pero que también las quita. Un señor que tiene sus consentidos en el Grupo, que regala autos, bautiza palcos, hace homenajes y extiende contratos. Hay una ley: Si remas con Don Jesús, él remará contigo, pero si lo ofendes o le dedicas un comunicado, te pusiste la cruz, estás enterrado.

PD. Nacho Ambriz, el DT sin miedos, valiente, se atrevió a decir que con Mauro o sin él, este León debe ser Top 6 el próximo torneo.

¿Le creen?

@omaroseguera

 

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