Semana tras semana, durante la temporada regular, el futbol americano es uno de los deportes más seguidos de Estados Unidos
Sin embargo, un domingo antes de cada Super Bowl, se lleva a cabo el Pro Bowl, juego de las estrellas de la NFL, quizá el partido de menos importancia del año
Este partido que en el papel representa un premio que obtienen los jugadores por su gran desempeño en la campaña regular, realmente significa una carga extra después de haber finalizado un año lleno de tacleadas, golpes y dolores
Eso provoca que varios de los jugadores estrella seleccionados declinen acudir al partido, que por tercer año consecutivo se disputa en Orlando y que desde 2010 dejó de jugarse una semana después del Super Bowl para tener actividad previa a uno de los eventos más seguidos por todo el mundo
El encuentro que enfrenta a la Conferencia Nacional contra la Americana carece de las jugadas emocionantes a las que nos acostumbran los equipos semana con semana, además de eliminar ciertas reglas como la del kick off
Los elegidos para el Pro Bowl lucen equipados con el casco de su franquicia, aunque varios jugadores se limitan a sólo tocar al otro jugador para evitar un contacto mayor que pueda conllevar a una lesión
Generalmente estos duelos son de muchos puntos, precisamente porque los quarterbacks y los receptores juegan con más libertad sobre el emparrillado
Desde el 19 de diciembre, fecha en la que se anuncia la lista de jugadores que participan en el partido, 26 de ellos se han retirado por diferentes razones
Algunos, los más notables, porque estarán peleando el trofeo Vince Lombardi
Otros, como Antonio Brown, DeAndre Hopkins, Zach Ertz, J
J
Watt, Aaron Rodgers, entre otros seleccionados, se dieron de baja por lesión y ya piensan en la próxima temporada