La activista y dirigente de la Asociación Civil Las Libres, Verónica Cruz Sánchez, manifestó se siente conforme con la sanción que recibieron los maestros de la UG denunciados por acoso sexual a alumnas y maestras, pero le hubiera gustado un castigo más severo.
Señaló que aunque se les debió haber dado una sanción mayor a ocho días de suspensión a los maestros acusados, por reglamento no podía hacer más la Comisión de Honor y Justicia del Consejo General Universitario.
“Nos hubiera gustado, incluso, en algunos casos quitarles el empleo, pero tampoco podíamos pedir que violaran sus derechos si la normatividad no lo permitía”, manifestó.
Se apegaron a reglamento
Verónica recordó que desde que respaldaron el caso sabían que al no irse por la vía penal sino la universitaria, sabían que es lo más lejos que podían llegar en base a la reglamentación de la UG, en los términos en los que estaba en ese momento.
“Que está mal, sí y de hecho se reformó y a propósito de la evidencia de estos casos, sirvió para que las sanciones fueran más amplias y aunque parezca que es poco, para ellas (las víctimas) el proceso es lo más importante, porque lograron lo que buscaban cuando denunciaron y se atrevieron a hacer todo el proceso”, manifestó.
De entre los logros que destaca la activista están: que la UG reconociera que había un problema, que los profesores fueran sancionados y entendieran que lo que hicieron no estaba bien; además de que además violaba la reglamentación universitaria y que se estableciera una sanción con perspectiva de género y derechos humanos de los más altos estándares, centrando a las víctimas como lo más importante.
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