Con mucho pesar me enteré del fallecimiento de Pablo Larios Iwasaki, un PORTERAZO, así, subrayado y con mayúsculas.

Es de los mejores arqueros mexicanos que ha habido en la historia del futbol mexicano, es difícil colocarlo en una posición porque hemos tenido muy buenos arqueros… pero sin duda está entre los mejores.

No sólo cumplía con su función de cubrir el arco, los despejes que hacía, caramba, siempre con mucha técnica y mucha precisión, como salía jugando, tocaba siempre al compañero. El portero es el cajero del equipo, puedes perder 1-0 ó 2-0 pero quizá te fusilaron, cuando se pierde ¿a quién atacan más? Al portero, pocas veces sale que se ganó gracias al arquero.

Es un puesto muy difícil, Larios fue de los que se adelantó a la época, ya salía a acortar el ángulo, ya era más completo y por eso jugó donde lo hizo, por eso fue seleccionado nacional y fue a un Mundial, eso es una muestra de su capacidad, todo mundo reconoce que Larios era un porterazo.

No lo digo sólo porque fuimos compañeros de posición ni por compromiso, lo fue… así podría enumerar a muchos colegas, el “Tubo” Gómez por ejemplo. Larios Iwasaki tuvo temporadas increíbles y así lo considero yo, como un porterazo.

Siempre muy serio en su profesión, como eran los arqueros de la época, no porque ahora no lo sean, cada quien juega como lo siente, ahí está Jorge Campos, yo estimo mucho a ese muchacho, él era feliz en su posición y Pablo también.

Cuando alguien fallece son puras loas, pero yo no soy así, creo que digo lo que es, respeto mucho a los porteros y reconozco a los que fueron grandes, Larios fue uno de ellos.

 

Una Copa del Mundo, no.

Cinco Copas, sí.

Di no a las drogas, sí al deporte.

Si quieres, te ayudamos.

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