“No depender de nadie y estar felices, porque para eso se vive”, así resumió con la sonrisa incontenible Josefina Becerra como el secreto para prolongar la vida, un consejo que es respaldado por los 100 años de vida que está por cumplir en unos cuantos meses.

Un centenario de vida le ha dejado experiencias innumerables, entre ellas el ser una de las primeras mujeres que votaron en México.

Josefina es hija de uno de los partícipes de la batalla de 1914 en el puerto de Veracruz, considerado héroe nacional, pero que después tuvo que exiliarse, por eso ella nació en Nueva York un 30 de junio de 1919.

Con cuatro años de edad llegó vivir a la Ciudad de México, en cuyas calles ha caminado cientos de ocasiones.

“Con mis hermanos íbamos a ver a ‘Tongolele’ bailar, íbamos al Toreo de 4 caminos, andábamos por donde quiera”, declaró.

Pero también ha podido conocer buena parte del país.

“Viajé a muchos lugares que me encantaron, donde deja uno un mejor recuerdo, de una vida bonita. Me llaman la atención las costumbres de cada lugar”, aseguró.

El deporte también fue parte de su vida, pues practicó tenis, frontón e incluso canotaje, que realizaba en los canales de Xochimilco.

 

Pese a limitaciones pudo estudiar y su gusto por el cine sigue

Pese a las limitaciones para las mujeres que vivían en la década de los treinta, logró estudiar el equivalente a nivel medio superior.

“Yo quería estudiar ciencias químicas, pero mi papá no me dejó, la universidad tenia fama de que no respetaban a las señoritas”, dijo.

Su gusto por el cine ha permanecido, recordó que iba a ver películas de ‘El gordo y el flaco’, Chaplin, pero no pudo evitar mostrar su fascinación por “Lo que el Viento se llevó”.

“Antes salía un besote en la pantalla y tenías que agacharte, y ¿ahora que no ves?, todavía de vez en cuando voy al cine, sí”, aseguró.

Entre sus experiencias atesora el recuerdo de ser de las primeras mujeres que votaron en México, en 1957, movida por su deber como ciudadana.

“No sé ni como voté porque se supone que no podía por lo de mi nacionalidad”.

“Pero no me fue difícil, solo me preguntaron que donde nací y dije cualquier lugar de aquí de México y voté y ahí tengo mi cartilla de mi primera votación”.

Después de 96 años en la capital mexicana, ‘mami’ como le llaman sus familiares conocidosm comentó que es una ciudad “muy cambiada, no es lo mismo que uno podía salir muy a gusto a las calles, antes salía uno y paseaba y ahora hay ciertas horas en las que no se puede”.

 

Ha vivido cuatro sismos

Ahí ha vivido las cuatro catástrofes de sismos en 1957, 1974, 1985 y 2017, en todas sin evacuar su vivienda.

“¿Para qué me muevo? A lo mejor corriendo es peor, sentadita estoy más tranquila, claro que me espanta, pero me quedo sentada, tiene que pasar”.

Madre de 10 hijos, abuela de 21 nietos, no recordó el número de bisnietos, pero también es ya tatarabuela.

“¿Quién se va imaginar a donde va a llegar a uno? Ya debería yo de estar en Guanajuato con las momias”, dijo entre risas ‘Mami’.

“La ventaja es que no pierda uno sus facultades totalmente, claro que uno decae en muchas cosas, pero no perder todo. Que pueda uno pensar moverse, eso es lo que me gusta, la independencia, me gusta ser independiente”.

Eso es parte de lo que mencionó como su ‘secreto’ para llegar a una edad como la que está por cumplir.

“Las ganas de vivir, ser útil para una misma, no para nadie más, saberse mover, tener libertad en todo”, finalizó.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *