Hace medio siglo los integrantes de la generación 1962-1967 de la Escuela de Medicina de León de la Universidad de Guanajuato recibieron sus títulos profesionales.
Para conmemorar dicho acontecimiento, algunos miembros se reunieron en el auditorio de la ex facultad de medicina para participar de una ceremonia que celebra el logro de los 27 profesionistas.
Para dar la bienvenida a los médicos, quienes llegaron acompañados por sus esposas, se realizó un pase de lista de todos los miembros de la generación, quienes dijeron personalmente y grupalmente “presente” a nombre de los fallecidos Ignacio Jáuregui, Alejandro Hernández, Federico Alderete, Irma Garcidueña y María del Consuelo Navarrete, quienes recibieron un aplauso de pie.
“Me da gran satisfacción ver a la gran mayoría, si, faltan algunos, es la ley de la vida, pero que bueno que la gran mayoría permanece activoa y haciendo honor a su profesión”, compartió Jaime Fuentes Santoyo, maestro y ex director de la Escuela de Medicina.
“Les deseo que esta celebración trascienda en lo íntimo de sus corazones y que deje un impacto en sus familiares y en el medio que los rodea”, agregó para luego decirles, a manera de broma, que no iba a haber examen.
Durante la celebración por las bodas de oro de la titulación de la generación 1967 de medicina, se proyectó un video con imágenes de reuniones o experiencias que como generación vivieron, mientras de fondo se escuchaban los temas “No vuelvo a amar” y “Los barandales del puente”, significativos para todos ellos.
Primo Quiroz, quien recibió un pin como egresado distinguido, hizo que la audiencia se remontara a aquellos tiempos con una plática que brindó sobre algunos recuerdos.
El director del Programa de Egresados con Identidad de la UG, Antonio González, en representación del rector Felipe Guerrero Agripino, hizo entrega a los médicos de la generación un diploma, y al término de la ceremonia se tomaron una fotografía generacional.
Los doctores continuaron la celebración con una misa de acción de gracias en la capilla del Hospital Regional y una comida en una palapa del Parque Metropolitano.