A un mes de la tragedia, aún no se ha informado que exista avance en la identificación de los 52 restos que están en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJEH).
El pasado 18 de enero se suscitó una fuga en una toma clandestina, esto dentro de una zanja que se ubica en las inmediaciones de la colonia San Primitivo, en Tlahuelilpan. Horas después, la fuga se incendió y cobró la vida de 131 personas, mientras que 15 permanecen hospitalizadas y varias más desaparecidas.
Después del siniestro, peritos de la PGJEH recuperaron 68 cuerpos y restos de la zona cero el 19 de enero, los cuales fueron llevados, en un primer momento, a la funeraria El Ángel, en Tula, en donde se presta el servicio de Semefo.
De estos, 16 fueron identificados mediante alguna pertenencia y fueron entregados a sus familiares, el resto, los 52 que aun no han sido identificados permanecen en las instalaciones de la procuraduría en espera de poder se entregados a sus familiares.
De ahí que en días pasados se realizaron diversas pruebas de ADN a familiares de los que están en el estatus de desaparecidos, para que se pueda hacer un perfil genético de cada resto y asignarlos a sus respectivas familias.
Previamente, Raúl Arroyo González, procurador General de Justicia, informó que el proceso para identificar a quién pertenece cada resto podría tardar hasta seis meses, sin embargo, algunos familiares se encuentran impacientes por tener noticias.