Estados Unidos.- Charlie, un golden retriever de 11 años, quedó ciego luego de que tuvieran que extirparle ambos ojos debido a glaucomas. Pero esta historia se convertiría en el inicio de una hermosa amistad con otro cachorro que se convertiría en su mayor ayudante.
En 2016, a Maverick le fue descubierto un glaucoma por lo que tuvieron que extirparle el ojo izquierdo. Un año después, su otro ojo tuvo que ser extirpado por el mismo problema.
Pero en enero de este año, este golden retriever de Carolina del Norte encontró una nueva esperanza cuando sus dueños llevaron a casa a Maverick, una enérgetico cachorro de la misma raza.
Al principio ambos perros no se llevaban muy bien, pero poco a poco se volvieron grandes amigos, no sólo para jugar, ya que Maverick ayudaba a Charlie para todo: comer, jugar… ¡incluso lo guiaba para salir de paseo!
La familia Stripe, dueños de los perros, habían adoptado originalmente a Maverick para que fuera el compañero de su bebé recién nacido. Pero con el tiempo, ambos perros se volvieron inseparables.
Incluso comparten una cuenta de Instagram donde sus dueños suben fotos y videos de su convivencia, con más de 61 mil seguidores.