León.- Ante los constantes casos de acoso callejero en las cercanías del campus León de la Universidad Pedagógica Nacional, que prácticamente en todas sus aulas tiene víctimas, sus alumnas han ido más allá de la denuncia y han tomado acciones ante la falta de respuesta de autoridades, y esperan replicar su modelo en otras instituciones.
Esta institución se ubica en el corazón de la colonia Rinconada del Sur, y prácticamente en todos sus salones de clase hay alumnas que han sido víctimas de acoso callejero tanto a metros del acceso a la institución, como en las calles aledañas.
Se habían generado varios problemas cerca de la institución, sobre todo en casos de acoso y también robos”, platicó Denisse Alba, una alumna de octavo grado , quien detalló que esta situación les llevó a tener primero reuniones entre alumnos y después con autoridades.
De los casi 150 inscritos en la institución, casi 97% son mujeres, y en una encuesta aplicada entre las alumnas señalaron que el 21.2 por ciento de ellas ha sido acosada con insultos a su persona o sobre sus cuerpos, otro 19.6% ha percibido miradas morbosas y a un 14.3% le han emitido sonidos o gestos sexuales.
Manoseos en plena calle, automóviles o motocicletas siguiéndolas, comentarios de contenido sexual, exhibicionismo y que les tomen fotos sin su consentimiento, son algunas de las situaciones que muchas de ellas han vivido en las calles de la zona.
Alumbrado deficiente, poca vigilancia en calles y descuido en árboles y arbustos hacen las calles propicias para este tipo de actos, lo que ha provocado que, asustadas, recurran a entrar a tiendas o negocios de la zona para salvaguardarse.
En junio de 2018 realizaron un panel en el que estuvieron presentes presentantes de la policía local…
Hubo muchas cosas que se propusieron, pero realmente no se hizo mucho caso. Las patrullas duraron afuera unos dos días y después de eso no pasó nada, y solo estaba aquí afuera”, afirma.
Pero a partir de entonces fue que empezaron a hacer encuestas, e incluso hicieron recorridos en diferentes horarios con alumnas para identificar puntos de riesgo, con lo que generaron un documento de diagnóstico que entregaron a la Dirección de Prevención del Delito, pero no se ha dado alguna acción a partir de ese documento.
“Estamos rebasados”: UPN
Sobre esta situación, el responsable de esta unidad de la UPN, Mario Tapia Alba, señaló que
Estamos trabajando en formas de ir instaurando protocolos, hemos solicitado a autoridades cámaras pero tarda un poco la autorización”
Las instituciones públicas y privadas estamos desafiadas por las situaciones que nos rebasan, la respuesta no ha sido tan inmediata y nos lo ha dicho la misma gente que se encarga de trabajar en los círculos de prevención, que están rebasados”, admitió.
Investigaciones dejan que desear
Cerca de tres meses atrás, Nayeli Cámacho se dirigía a la UPN durante la mañana para sus clases habituales, al cruzar una calle un auto se detuvo y su chofer le hizo comentarios de contenido sexual, ella avanzó, el auto luego estacionó cerca del punto donde caminaba para después a avanzar junto a ella, del interior una persona la sujetó de un brazo.
Ella logró zafarse y corrió, pensó que el vehículo se había retirado, pero unas cuadras más adelante, cerca del acceso a la UPN, el vehículo la alcanzó, pero ella se encontró con la mamá de una de sus compañera, que logro auxiliarla.
Nayeli denunció ante Ministerio Público el hecho, pero
“los que vinieron a investigar se pusieron a preguntarme qué traía puesto de ropa ese día y que si yo les había dicho algo que a lo mejor los provocara, creo que independientemente de lo que trajera, eso no tenía que pasar, es la tercera vez que denuncio algo así, y deja que desear el resultado”, narró la joven.
Idean opción
El pasado 29 de enero trascendió en la ciudad el caso de una joven de 22 años que denunció un intento de violación en las cercanías de estación Delta del Sistema Integrado de Transporte, un caso que fue comentado entre las alumnas de la UPN y recrudeció la preocupación.
“Fue como una situación de alarma y fue donde empezamos a comentar que todas corremos el mismo riesgo”, comentó Lorena Valenzuela (…) Vi la problemática y me pregunté ¿cómo hacer que nosotras, compañeras, podamos ayudarnos? Entonces siento que si nosotras intervenimos, hacemos algo, por lo menos podemos llamar la atención”, platicó la estudiante,
Así fue cómo surgió una iniciativa de adquirir silbatos para usarlos a manera de alerta en las calles en caso de alguna emergencia. Para su uso las alumnas se capacitarán con autoridades locales y esperan que se convierta en una herramienta que ayude a aminorar los casos de acoso y también robos.