Washington.- Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos advirtieron que el comercio con México, el tercer socio comercial de Estados Unidos, podría desacelerarse por el desplazamiento de 750 trabajadores fronterizos desde los puertos de entrada para ayudar a procesar solicitudes de asilo.
Esto, tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quién dijo, podría cerrar la frontera con México la próxima semana.
No se equivoquen: los estadounidenses podrían sentir los efectos de esta emergencia, dijo la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, en un comunicado.
Nielsen destacó que el movimiento de personal provocaría demoras en el comercio y mayores tiempos de espera en los puntos de cruce.
De acuerdo al portal de El Universal, Nielsen y otros funcionarios estadounidenses dicen que la Patrulla Fronteriza se ha visto abrumada por un aumento dramático de los solicitantes de asilo, muchos de ellos niños y familias, que huyen de la violencia y las dificultades económicas en El Salvador, Honduras y Guatemala.
Como presidente, Trump tiene competencia para cerrar puertos de entrada, pero podría estar abierto a un problema legal si decide hacerlo con todos y de inmediato, dijo Stephen Legomsky, exabogado jefe de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos durante el gobierno de Barack Obama.
Un cierre fronterizo interrumpiría el turismo y el comercio entre los vecinos, que alcanzó a 612 mil millones de dólares el año pasado, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Trump, dijo el viernes que podría cerrar la frontera sur al comercio la próxima semana si México no impide que caravanas de migrantes lleguen a su país, lo que amenaza millones de cruces legales y miles de millones de dólares en comercio.
Existe una gran probabilidad de que cierre la frontera la próxima semana, y eso me parece bien, dijo Trump a periodistas en su resort Mar-a-Lago en Florida.